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Las Cartas de Shamballa
VOLUMEN 13, Número 24 Junio 14, 1991
Amados Seres:
YO SOY complacido con el trabajo hecho la semana pasada. Cada uno está pensando sobre los modos en los cuales podría servir mejor y muchos están formulando peticiones de valor para las evoluciones de la Tierra. El mismo hecho de sentarse y pensar sobre lo que es necesario para beneficiar a la vida sobre la Tierra es un hecho de amor. Considerar más ampliamente lo que pueden hacer es llevar el amor hacia una activa participación para manifestar lo que perciben como bueno. ¡Les agradezco los esfuerzos hechos para expandir la Luz de Dios, porque es de nuestros chelas que dependemos para que la manifestación de la Nueva Era de Libertad Espiritual sea producida!
Ahora debo informarles acerca de las responsabilidades que asumirán, si las peticiones presentadas ante la Junta Kármica fuesen aceptadas o podrían ser llevados a trabajar con la petición de uno de los Chohanes u otros Seres de Luz. Ustedes saben que la Ley declara que debe haber un foco físico para que la Luz sea canalizada hacia el plano físico. Si vuestra asistencia fuera aceptada para trabajar con los Maestros de Luz, es esperado que continúen con el trabajo de la petición que han formulado. Esto es hecho en varias formas y como ninguna de estas formas es difícil, se requiere el ritmo de aplicación de vuestra parte.
Primero, es útil sentarse quietamente y visualizar el resultado exitoso de la situación reflejada en la petición que hicieron. Por ejemplo, si están trabajando por el Gobierno Divino con el Maestro El Morya, podrían decidir pasar algún tiempo cada semana en su templo, trabajando con una específica cabeza de gobierno a quien sienten especialmente en necesidad de purificación y entendimiento. Podrían visualizarse de pie detrás de este individuo en la Mesa de Conferencia en la cual El Morya aconseja a las cabezas de gobierno. Colocando las manos ligeramente sobre los hombros de la persona que han elegido asistir, visualicen la Luz de la Divina Voluntad y Verdad Cósmica resplandeciendo en, a través y alrededor de esta persona y sepan que está siendo recibida por el recipiente con algún grado de comprensión y aceptación.
Este es sólo un ejemplo para darles sumaria idea de la visita al Retiro del Maestro a quien desean asistir. Esto puede ser hecho en el día de la semana en el cual su Rayo está vigente. Elijan – o escriban – un decreto que pueda declarar el propósito de vuestro trabajo. Den el decreto después de la visualización.
Pueden también usar el poder del Santo Aliento para incrementar vuestra causa, escribiendo una declaración apropiada que puedan seguir mentalmente mientras inspiran, absorben, expanden y proyectan el aliento.
Si fuese posible, pueden reclutar otro chela quien se unirá a vuestra causa, fijando un tiempo para encontrarse y trabajar juntos.
Si no se pueden reunir, pueden acordar conectarse por lazos de Luz, dando los decretos, visualización y la declaración de respiración en el mismo horario, pero en la privacidad de cada hogar.
Es también útil leer la petición cada noche antes de ir a dormir, de modo que los pensamientos, dormidos así también como despiertos, sean atraídos a vuestro trabajo.
La Junta Kármica examinará el registro pasado para ver si ustedes están deseando ser responsables de trabajar en ese plan. Si han hecho ese trabajo en el pasado con consagración, es muy probable que esa petición sea aceptada. Ustedes ven, la Junta Kármica es las primera en entender las necesidades de la Tierra y si vuestra petición es aceptada, ellos darán un balance desde el Depósito Cósmico y doblarán esa liberación, para asistirlos en la cumplimentación del plan.
Piensen cuidadosamente en ello. Esto puede asistir tremendamente a la Tierra, así como también a acelerar vuestro propio progreso Espiritual, porque es un importante compromiso. Cualquiera fuese la decisión final que tomen, siempre son sostenidos en el amoroso abrazo de la Jerarquía Espiritual. Yo continuaré esta enseñanza en mi próxima carta, habiéndoles dado una gran cantidad para considerar en la siguiente semana. Elevo mis manos en bendición y les recuerdo que me llamen.
Juan, el Amado