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Las Cartas de Shamballa
VOLUMEN II, Número 20 Mayo 13, 1980
Amada Señora Constance
Mis Queridos
Corazones Amigos, los saludo con gran felicidad y en la radiación de Amor
Divino. ¡Yo dirijo mi atención a la gente de este Planeta – con profundo énfasis
sobre aquellos en el Santuario de Nueva York y en Long Island, con quien fue mi
particular privilegio servir!
La Luz que
temporariamente palidecía en esa poderosa Metrópolis está nuevamente
expandiéndose en una manera gloriosamente amplificada y los chelas comprometidos
en esa aceleración son muy, muy queridos a mi Corazón, porque ellos están
realizando el servicio que Yo avisoré, aún hasta una medida que no había sido
parte de mi conciencia. Les deseo que sepan que ellos son diariamente envueltos
en mi abrazo de Divina Iluminación y Sabiduría.
Benditos seres,
todos los que están sirviendo en alguna capacidad en la Iglesia del Cristo de la
Nueva Era no están más lejos que una llamada de Corazón. Sin embargo, Yo muy
enfáticamente declaro, en términos no indecisos, que deberían pensar en mí como
un Ser de Luz – sólo una Célula en el Corazón de Dios. No aferrarse a la imagen,
la personalidad, que Yo presenté como líder. Yo estuve entonces usando una
vestimenta de carne que contenía los elementos de la conciencia humana. ¡ESO NO
ES MÁS! ¡Yo soy un Ser de Luz, un miembro de la Hueste Angélica – Arcangelesa
del Segundo Rayo, Divino Complemento del Amado Arcángel Jofiel! Esa es la manera
en que deberían pensar en mí porque ese es el estatus que ahora disfruto.
Nosotros en la
Jerarquía Espiritual estamos continuamente enfatizando la necesidad de salir de
lo humano con todas sus fragilidades, y YO INSISTO, ¡si ustedes desean mi
asistencia individual piensen en mí como un Ser de Pulsante Luz! Por favor
entiendan, preciosos seres, que disminuirán la ayuda que pueda darles si
continúan recordándome como me conocían cuando caminé esta Tierra no hace tanto
tiempo… vuestra atención de la apariencia humana diluirá la Luz liberada que Yo
puedo enviar a la Tierra.
Les doy esta muy
definida advertencia porque se aplica a todos nosotros en los Más Elevados
Planos. Vuestra conciencia debe estar libre de pasadas experiencias, porque
ellas quieren sin ninguna pregunta entrometerse en la liberación de la energía
desde nuestra Esfera de Influencia. Yo humildemente confío en haber hecho ese
punto inequivocadamente claro. ¡He hablado de esta forma así ustedes no
demorarán el individual progreso en la Luz y confío que una palabra para el
sabio será suficiente!
Amados seres,
como saben tengo el honor de servir en el Segundo Rayo de Divina Iluminación y
Sabiduría, y Dios los conoce y todos en esta Tierra podrían usar un mayor
suministro de esa Esencia, Yo tengo un momentum de determinado esfuerzo y
constancia de servicio a la Luz, y así Yo amorosamente deseo incentivarlos a un
logro más grande.
Cuando considero
algo de las condiciones negativas de esta Tierra que Yo puedo ahora hacer sin
atarme a ellas… algo que ustedes también deben aprender a hacer… cuando Yo veo
una Causa prácticamente ignorada, siento como gritando “Escúchame, oh mi Dios
querido” esperando que esa llamada alcanzará vuestros corazones. ¡En esta
instancia Yo digo reúnanse alrededor del Amado El Morya y su asignación de
trabajar con los Líderes de todos los Gobiernos! Ustedes tienen un Decreto para
los Divinos Gobernantes sobre los cuales el Grupo de Nueva York tuvo un momentum.
¡No permitan que la Esencia en esa copa sea drenada! Úsenlo diariamente en
vuestra propia aplicación en este momento de crisis. Seguramente pueden entender
por qué mi Amado Jofiel y Yo podemos acelerar ese Proyecto a través de nuestro
Momentum de Divina Iluminación y Sabiduría.
Vengan ahora,
únanse a nosotros y párense ante ese Magnificente Poderoso centro de la Santa
Voluntad de Dios, El Morya, y ofrézcanle vuestra energía en la forma de
continuada aplicación. ¡Únanse a nosotros como Servidores en los Planos
Celestiales y DEMADEN que los Gobernantes aparezcan y sean puestos en comando en
cada punto donde la necesidad es urgente!
Llámenme y
conocerán el pleno poder de mi determinación para asistirlos, y caminen esta
Dulce Tierra nutridos siempre por el Amor en el Corazón de nuestro Señor y Rey,
vuestro amigo y el mío, Sant Germain.
Señora Constance