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Las Cartas de Shamballa

 VOLUMEN 20, Número 6                                                                                                                  Febrero 5, 2001

 

Amados estudiantes de la Luz:

Durante la semana pasada fue mi esperanza que hayan pasado con el poder de invocación para llamar a vuestra vida al amado Espíritu Envolvente de este año, el Señor Sirio y estén comenzando a familiarizarse con su específica energía y vibración. Sin embargo, antes de proseguir, la necesidad de la hora requiere que Yo tome algún tiempo para recordarles un muy importante concepto de amor divino y sabiduría que delcara: `¿Quién soy yo para juzgar a mi hermano o hermana?´ A fin de asistir en la explicación de este parecer, desearía compartir algunas palabras del amado Juan, el Chohan del Sexto Rayo, dadas en el pasado. 

Hace varios años Él escribió: `Se les ha dicho muchas veces que la primera tarea para ser un chela efectivo de los Maestros Ascendidos, es la propia preparación.  Esta es  una instrucción fácil de olvidar, dejando la conciencia completamente abierta a las fuerzas que no son de la Luz. La primera de estas fuerzas es la de juzgar, la cual es con frecuencia mal entendida… Por ahora, hablo de la palabra como se la aplica a la conciencia humana. Juzgar algo o a alguien significa formar una opinión. 

Las opiniones están basadas en la información y entendimiento que está disponible para la conciencia y percepción externas. Una vez que una opinión ha sido formada, es con frecuencia compartida con otra gente. Si puede ser encontrado un acuerdo con la opinión de otros, ello parecerá verificar la opinión o juicio al que se ha llegado. 

“Como chelas, ustedes son conocedores de que esta es una práctica insegura, porque se les ha enseñado que la conciencia de otros es sagrada, conocida sólo por el Santo Ser Crístico que mora dentro de cada individuo… ¡En este punto del tiempo, es muy importante que cada chela de los Maestros Ascendidos entre y permanezca centrado dentro del Corazón del Fuego Sagrado, porque sólo desde ese lugar puede hablar y comandar con la plena autoridad que le pertenece a vuestra Divina Presencia!” 

¡La importancia de estas poderosas palabras no puede ser exagerada, amados seres! Ahora es el momento, antes que puedan avanzar en la evolución espiritual, que no sólo saben eso porque justamente un individuo tenga una opinión, esto no la hace verdadera, aún cuando más de una persona sostenga la misma opinión, ustedes deben aceptar y poner en práctica este divino conocimiento. Mis queridos chelas, si Yo hubiese elegido una cosa que pudiera sacarlos de vuestro sendero hacia la plena liberación en la Luz de Dios, hubiese tenido que ser no menor que la divina virtud de juicio. 

Antes de terminar, desearía recordarles que ¿no es ese el nuevo mandamiento que el Maestro Jesús nos dio (ver Juan 13.34) basado en esta divina verdad? Porque ¿cómo puede uno verdaderamente amar a otro si tiene un juicio en su mente o corazón, amados seres? Piensen en este concepto durante la próxima semana y pregúntense si tienden a formar opiniones sobre otros.

Maestro Kuthumi

 

 

 

 

 

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