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EL PRODIGIOSO MOMENTO DE DIOS

Estando en medio de las tareas diarias, una situación que requiere redención atrae vuestra atención. Como están desarrollando la destreza de permanecer constantemente centrados en la Santa Llama Crística de vuestro corazón, deciden tratar esta situación de inmediato, no permitiéndole arrojarlos fuera de ese estado de equilibrio de perfecta paz que procuran los rodee. Instantáneamente el llamado sale a través de vuestra Presencia YO SOY, requiriendo la asistencia de todos los grandes seres de luz que sirven en los magníficos Divinos Rayos Azul y Violeta. 

     Hacen una pausa, y permaneciendo quietos por un momento, gozosamente reciben y aceptan la radiación de poder, fe, protección y libertad enviada desde lo alto. Así protegidos y purificados, llega un llamado de clarín desde las profundidades de vuestro ser para ayudar a liberar la vida aprisionada que ha llegado hasta ustedes en su tiempo de necesidad, ya sean concientes de esto o no. De repente a vuestro alrededor aparecen legiones de ángeles del Señor Miguel y el Señor Zadkiel así como numerosos hermanos y hermanas de los Rayos Azul y Violeta. Ustedes reconocen, que como ellos, son uno de las legiones de Miguel y silenciosamente se preparan a dar batalla. 

     Cuando se ponen la armadura dorada de luz entienden que este es el Santo Ser Crístico externalizado. Eligen el escudo – la verdad de la Primera Causa de Dios- la perfección de toda vida, y  lo sostienen junto al corazón. El yelmo es un halo brillante de gran sabiduría, templado por la amorosa misericordia y compasión de la amada Kwan Yin. Plenamente preparados para hacer su mandato, empuñan la flameante espada de luminoso azul del Señor Miguel como un experimentado guerrero. 

     Con una profunda y poderosa inspiración, atraen y absorben el momentum de iluminada fe y protección del amado Miguel hacia vuestra llama corazón, y recorriendo las combinadas energías de todos los miembros  del Cuerpo de Luz, están listos. Mientras surgen sus cualidades y momentums, ellos son gozosamente recibidos y dirigidos a través de vuestros perfectamente equilibrados cuatro vehículos internos en la corriente de vida en quienes han focalizado la atención. Recordando la unidad de toda vida, ahora envían concientemente estas energías hacia toda forma de vida aprisionada en cualquier lugar en este planeta.  

      En la poderosa exhalación, guiada por la sabiduría divina y unida a vuestra fuerza de ángeles de tareas, vuestra espada y las de vuestros co-servidores amigos llegan a tocar toda energía pendiente en necesidad de transmutación y recalificación en todas partes de la Tierra. Al contacto esta oscura nube de negatividad es neutralizada, y esta vez como energía pura es liberada de regreso hacia la atmósfera, lista una vez más para ser  utilizada de acuerdo con el bien más elevado de todos los involucrados.