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 Sintiendo el envolvente manto de la Presencia de Dios “YO SOY” que suavemente los arropa, entran al Silencio de ese lugar especial dentro del corazón donde siempre experimentan la armonía del Verdadero Ser. En ese sagrado espacio, una hermosa vista se abre ante ustedes, praderas, distantes montañas y vastas extensiones de cielo. Las praderas llenas de hierbas, se alargan en toda dirección. 

Sobre ustedes una columna de brillante Luz desciende desde el cielo, con los colores verde y violeta espiralando suavemente dentro de ella. Los envuelve completamente y experimentan el poder de la pureza y la verdad dentro de su luz. Ella se expande desde el centro de vuestro Ser y al hacerlo, son colmados con el conocimiento del significado del puro Amor de Dios. Todas las concepciones erróneas se disuelven y son reemplazadas por las incambiables, eternas verdades concebidas por Dios en el principio del tiempo. 

Ahora la columna de Luz se expande desde donde ustedes están hasta que cubre la Tierra en su radiación y toda la humanidad percibe la Luz, es purificada por la Luz y acepta la Verdad de Dios – que toda vida está unida dentro del perfecto Amor y Verdad. 

Mientras son testigos de la expansión de la Luz y experimentan la UNIDAD de TODA VIDA que se  expande desde ustedes, se reconocen como un radiante centro de Pureza, Verdad y Unidad – una poderosa Presencia manifiesta de vuestro Santo Ser Crístico. Con este conocimiento llega el entendimiento de que aquello que es verdad para ustedes, es verdad para toda la humanidad y que ustedes serán un ejemplo de la Verdad de Dios por el tiempo a venir, cumplimentando vuestra parte del Divino Plan para la redención de todos. 

Sintiendo la Paz de Dios, vuelven vuestra conciencia al lugar físico una vez más trayendo con ustedes los regalos de Pureza, Verdad y Unidad.