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Súplica de un Corazón

Yo te saludo trayendo la belleza del Nuevo Año,  que está enviando su gloriosa radiación de Esperanza a la gente de este planeta – ¡Esperanza, esa poderosa virtud que lleva el necesario estímulo para acelerar el progreso de la humanidad hacia la Luz! 

He venido porque he recibido la súplica por asistencia desde el corazón de un chela...notarán que he dicho de “un” chela, lo que por supuesto significa una corriente de vida, y doy la bienvenida a esta oportunidad para bañarlos a todos ustedes en la tranquilizadora presencia del Elemento Agua que fluye constantemente desde mi ser. 

Algunas veces se refieren a mí como “el hombre en la luna.” Sí, Yo encarno la poderosa actividad del rayo masculino... aún más poderoso es mi privilegiado servicio del rayo femenino reflejado en el mundo emocional de la humanidad. 

Mi propósito hoy es pedir vuestra asistencia, mientras dirijo vuestra atención a los disturbios emocionales que están descontrolados sobre la Tierra, debido al contagio de la histeria liberada en distintas partes de este planeta, a través de la agitación de montones de individuos (Yo creo que “hordas” sería una más apropiada palabra) atrapados en la radiación negativa y el tumulto que se esparce sin demora a causa de las masas! Y la demostración externa es sólo una manifestación menor de lo que seguirá en los individuales mundos de los participantes.

Aquí hay un camino a través del cual Yo puedo asistir para sofocar los disturbios que están manifestándose... aún un chela que pueda permanecer equilibrado y calmo en la serena Divinidad, puede proveer el imán, la energía requerida para dar asistencia así como hizo el Maestro Jesús en la declaración: “¡Paz, aquiétate!”. Por supuesto, el más profundo significado es la realización de poder demostrar lo que significa ser una Presencia Comandando Paz. En silencio, sin ninguna fanfarria, ustedes pueden ser ese chela, porque vuestra conciencia está siendo elevada, a través de vuestros esfuerzos individuales, hacia la más alta frecuencia vibratoria de El Cristo. 

Para retornar a la específica actividad de cambiar lo negativo en positivo...entiendan que cuando la humanidad devuelve golpe por golpe al Dador de Amor y sigue en un ataque frenético hacia ese Corazón, esto puede resultar en la manifestación de muy serias condiciones. Yo no me detendré más  en la acción negativa porque ustedes saben qué se está transparentando en varias secciones de esta Tierra y por qué es tan necesario para nosotros enfatizar la invocación a la Llama de la Divina Iluminación para toda la humanidad – un estado de conciencia que ahora son capaces de demostrar. 

Hablando de vuestros propios vehículos y cómo el elemento agua limpia los cuerpos internos y externos, recuerden, las propias ondinas que rinden este sevicio son parientes  del entero Elemento Agua – esa vasta actividad bajo la dirección de Neptuno y yo misma. ¡Han contemplado por qué el amado Neptuno en tantas instancias es representado sosteniendo un tridente! Esto por supuesto representa la equilibrante actividad de Amor través de la Sabiduría, expresada por el Poder de la Realidad. Queridos seres, contemplen y entiendan la unidad de la realidad, sabiendo que cada parte de vida es Dios – no importa en qué vestimenta esté vestida. 

Yo apelo a ustedes para que nos llamen por la positiva acción que podemos dar al calmar y purificar los disturbios emocionales afectando a este planeta, que con sus insidiosos medios alteran a la bien intencionada gente de esta Tierra, atraídas luego hacia las fuerzas de la agitación. Dirijan vuestro rumbo hacia adelante en la seguridad de la Conciencia de la Realidad  y sean un ejemplo de la verdadera expresión del Divino Principio de Vida. 

Al concluir Yo amorosamente los dejo con una lección contenida en el Código de Conducta para un Discípulo del Espíritu Santo: 

No agiten el mar de emociones de otros, impensada o deliberadamente. Sepan que la tormenta en la que ustedes colocaron su espíritu, más pronto o más tarde fluirá sobre las orillas de vuestra propia corriente de vida; más bien lleven tranquilidad a la vida, y sean como el salmista, que tan hábilmente puso: “aceite sobre las turbulentas aguas”. 

Envolviéndolos a cada uno de ustedes queridos seres, en el todo abarcante amor de mí ser. 

YO SOY la Luz de la Luna

 

 

 

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