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Las Cartas de Shamballa

 VOLUMEN 19, Número 21                                                                                                     Mayo 23, 1997

Amados chelas del fuego sagrado: 

Yo entiendo muy bien que los pasados siete días pueden no haber sido fáciles, porque mientras estaban envueltos en mi llama, la verdad y realidad de los pensamientos y acciones eran rápidamente revelados y entendieron que aún hay áreas en la vida en necesidad de mejorar especialmente en las relaciones con los demás. Les pido que no demoren aún ni por un momento en llenarse con culpas o cualquier otra cualidad negativa. En su lugar, aprendan de los propios errores y llamen a las misericordiosas, transmutadoras llamas del Fuego Sagrado. Repitan tan frecuentemente como sea necesario aquellas palabras que deberían ser familiares para cada uno: ¡Perdónenme! ¡Perdónenme! ¡Perdónenme! Hagan esto hasta que sientan verdaderamente que han sido perdonados mis amados chelas. Recuerden también al perdonarse por las propias transgresiones usar la otra mitad de este proceso: ¡Yo perdono! ¡Yo perdono! ¡Yo perdono! 

Mientras continúan sosteniendo enojo, resentimiento y daño en los cuatro vehículos inferiores y no puedan, o no le permitan a estas cualidades negativas liberarse dentro del Fuego Violeta de Transmutación y Purificación, ¿cómo pueden estar firmemente anclados en la Llama de la Verdad y aceptar la propia divinidad? ¡No pueden! Es imposible hacer ambas cosas. Pueden creer, cualquiera sea la reacción: yo estoy haciendo lo mejor que puedo. En respuesta a esto debo decir: Si en realidad esto es verdaderamente lo mejor que pueden hacer, entonces así será hasta que adelanten un poco más en la escalera del entendimiento espiritual. Perco cuando estas palabras son usadas por vuestro ego para excusar los pensamientos, sentimientos y acciones deben parar ahora mismo y decir: 

“¡Ego, aquiétate, porque con el pleno reconocimiento y aceptación de mi propia divinidad, es tiempo que conozcas y tomes tu correcto lugar dentro de mi ser! Ya no conducirás más mi vida. Desde hoy en adelante yo debo usar mi propio libre albedrío y seguir la Voluntad de mi Dios Padre-Madre. Ya no usaré más mis palabras y acciones para seguir alimentando las llamas del juicio por compartir palabras negativas con otros, solicitando su energía, esperando que se unan a mí para ver el error de los caminos de otras personas. En su lugar buscaré alguien para que me asista a liberarme de los pensamientos, emociones y sentimientos negativos que tengo con respecto a otros y trabajaré mis problemas de una forma positiva.” 

La pregunta que llega es: ¿Quién va a seguir con problemas tales como este? Mi primera sugerencia puede no ser la que desean escuchar, porque la persona con la que están teniendo diferencias está verdaderamente en el lugar de comenzar a resolverlas. Sin embargo, si son incapaces de hacer esto o lo han hecho sin resolución, deben luego ir al interior y estar seguros que ustedes no son la razón por la que una sanación no pudo tener lugar. ¿Qué no están deseando cambiar con respecto a la situación para hacerlo mejor? ¿Perciben algo menos de poder, estatus o autoridad si pudiesen haber admitido que estaban equivocados en una situación? 

Esto, mis queridos amigos, no es nada más que el miedo que eleva su fea cabeza una vez más en un intento por controlarlos. ¿Se dan cuenta que el miedo es el responsable de más guerras, mayores batallas, naciones quebradas, peleas familiares o amistades dañadas, que cualquier otro sentimiento en el entero espectro de las emociones? Yo dudo que hayan realmente considerado este hecho, pero deben hacerlo porque ha llegado el tiempo en donde el miedo y todas las cualidades y actividades que lo acompañan no deben tener lugar en este mundo. ¿Por qué piensan que nosotros atraemos vuestra atención en tantas formas diferentes? 

“El orgullo fue antes de la caída del hombre”. No sean demasiado orgullosos al admitir que unos u otros, ustedes fueron, parcial, igual o plenamente, a censurar cualquier división del Amor de Dios entre ustedes y otros seres humanos, porque una vez que esto ha sucedido la sanación puede comenzar. Es tiempo, amados seres, de tomar responsabilidad por todos los aspectos de vuestra vida. No obstante, les sugiero que antes que esto pueda suceder deben primero envolverse en las llamas violetas de misericordia, compasión y perdón y darse realmente una mirada. 

Les recuerdo que nosotros en los más altos planos ascendidos sabemos cuanto coraje, fortaleza, fe y amor toma esto porque hemos estado donde ustedes están ahora, amados seres. Fue mediante nuestra perseverancia, determinación, humildad y muchas veces por la Gracia de Dios, que fuimos capaces de trabajar con las distintas áreas de nuestras vidas en necesidad de sanación, haciendo los cambios necesarios. Les aseguro que si fuimos capaces de superar los muchos obstáculos que yacían ante nosotros en nuestro sendero, entonces así será con ustedes queridos chelas. Báñense con frecuencia en mis llamas durante esta semana que viene y verán lo que pueden aprender sobre ustedes mismos. 

MAESTRO HILARIÓN

Chohan del Quinto Rayo

 

 

 

 

 

 

 

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