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Las Cartas de Shamballa

 VOLUMEN 19, Número 18                                                                                                                          Mayo 2, 1997

Mis queridos chelas y co-servidores: 

El mes pasado mi amada eligió hablarles del cambio y su importancia en la vida. Ella explicó como los cambios se manifiestan frecuentemente en muchos buscadores de la Verdad de Dios. La esperanza de la Señora Miriam era que pudiesen tomar unos pocos momentos para aquietarse y ver estos cambios, no sólo en ustedes mismos, sino en los otros con quienes sirven a la Luz de Dios que es eternamente victoriosa. ¡En este momento desearía añadir que la belleza de vuestro desarrollo espiritual es verdaderamente un milagro a observar y me inclino ante la dedicación y perseverancia mientras la luz continúa firmemente incrementándose en ustedes! El deseo de servir a la vida me recuerda una vez, no hace mucho tiempo. De hecho puede ser que algunos pocos recuerden bien mis palabras de entonces. 

Hace casi un cuarto de siglo hablé de la magnificencia de la actividad que estaba teniendo lugar: “Estamos comprometidos, los otros maestros ascendidos y yo mismo, en la construcción de un puente – un puente que permanecerá hasta que cada hombre, mujer y niño que pertenezcan a esta evolución hayan pasado desde el plano de la imperfección y limitaciones sobre éste hacia la Libertad de Dios. Dentro y debajo de ese Puente estamos construyendo una base hecha de fuertes y valientes elegidas manos, manos de elegidas corrientes de vida que puedan cargar el peso y la fuerza de las energías de las masas, cuando ellas también comiencen a cruzar desde las sombras hacia la luminosidad, desde la oscuridad hacia la luz, desde las limitaciones hacia la liberación, desde la enfermedad hacia la salud y perfección”. 

“Cuando la humanidad primeramente llegó desde el Corazón de Dios, un Puente de Luz fue sostenido, hecho del tramo que alcanzaba el propio Cordón de Plata de cada uno y todos estuvieron en plena conciente comunión con su propio Ser Divino. ¡Sobre el Puente caminaron los maestros y los ángeles! ¡Sobre el Puente caminaron los maestros, los gurús, los guías y los guardianes de la raza!” 

Y entonces seguí diciendo: “Cuando las edades pasaron ese Puente se desintegró mientras cada corriente de vida individual retiraba su atención y quitaba el tramo separado de su propia energía de vida de la total anchura y fuerza, hasta que el Puente se volvió más fino que una tela de araña, mantenido y sostenido por los muy pocos santos y sabios de cada edad…” 

“Nosotros ya no podemos detenernos más en el ser personal. ¡Debemos seguir para construir un mundo en el cual la perfección sea la condición de cada hombre! La firmeza espiritual del fuego de mi corazón inspira a aquellos que desean viajar conmigo en este servicio…” 

“¡Hay sangre, sudor y lágrimas en el servicio de aquellos que eligieron responder al ¡Vamos! de la caravana espiritual! Para aquellos que eligieron servir habrá un hermoso tramo blanco hecho de la luz electrónica de aquellas corrientes de vida que han vivido y muerto en servicio. Será suave a vuestros pies. Será seguro…” 

¡Amados seres, este puente debe ahora ser reconstruido! ¡Debe ser lo suficientemente fuerte! ¡Debe ser lo suficientemente ancho para resistir la prueba del tiempo mientras nos movemos desde esta era hacia la nueva y permanente edad dorada de libertad espiritual! Eligieron un sendero que quizás no sea fácil pero ustedes lo están haciendo más fácil para aquellos que los siguen, mientras la Tierra y todas sus evoluciones progresan firmemente hacia siempre más elevados planos de luz. Yo los amo, los bendigo y les doy las gracias queridos chelas, por el continuado esfuerzo en beneficio de toda vida en el planeta.

Vuestro amigo y maestro de las edades,

El Morya

 

 

 

 

 

 

 

 

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