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Las Cartas de Shamballa

VOLUMEN 19, Número 8                                                                                                         Febrero 21, 1997

Queridos chelas: 

Esta semana trabajaremos con la cualidad de expectativa. Esta palabra en sí misma ha creado en el pasado y continúa creando tremendas desconfianzas y malestares dentro de los cuatro  vehículos inferiores. ¿Cuántas veces ha entrado en vuestra mente el dolor de no recibir lo que sentían que se les debía? ¿Con cuánta frecuencia la tristeza colmó el cuerpo físico y les causó enfermedades, no importando cuán pequeñas eran, cuando las cosas no parecían terminar como esperaban? ¿Ha habido momentos en la vida cuando lo que estaba sucediendo alrededor de ustedes hizo que el cuerpo emocional fuera arrojado al caos y el mundo de sentimientos ser reprimido? ¿Cuántas veces el cuerpo etérico ha sido impreso con el modo en que pensaron en algo que debería ser mientras miraban una situación en vuestra vida y la juzgaban, ya fuera en forma conciente o no? Si fueron capaces de responder sí a lo menos a una de las preguntas, entonces necesitan mirar en cómo la expectativa ha afectado a los cuatro vehículos inferiores y trabajar para sanar estas áreas en la vida. Es el momento de liberar y ya no aceptar más estas cualidades que el ego humano usa con tanta frecuencia para extraviarlos en el adelanto del sendero hacia la iluminación y liberación espiritual. 

Deben aprender una vez más a no esperar nada de ninguna persona, lugar, condición, situación o cosa en la propia vida teniendo plena fe de que, en cualquier forma que la vida se esté manifestando es perfecta para la experiencia del aprendizaje individual. Deben  llegar a la verdad y saber, sin dudas de ninguna clase, que todo en vuestra vida está en orden divino y vivir cada momento plenamente en esta realización permitiendo que cada día se desarrolle naturalmente de acuerdo con el plan divino y el de los que están alrededor de ustedes, también como el entero planeta, no importando cuáles  puedan ser las apariencias externas. Deben también estar preparados para liberar toda negatividad que se les haya pegado en alguna forma y diligentemente trabajar para mantenerse limpios de este efluvio y el efecto que tiene sobre ustedes. 

¡Mis queridos chelas, no entienden que está en el interior la cualidad de expectativa que los lleva a ver el mundo imperfecto! Aquí mismo y ahora mismo díganle al ego en una fuerte y poderosa voz audible: ¡Ego humano vete! ¡Ya no aceptaré más las muchas trampas y peligros que has usado a lo largo de mis muchas vidas en un intento de bloquear mi desarrollo espiritual e impedirme que me volviera uno con Dios! Digan estas palabras nuevamente, esta vez con plena convicción. Vean al Santo Ser Crístico expandiéndose y volviéndose uno con los cuatro vehículos inferiores. Repitan estas palabras una tercera vez y sientan la energía y liberación contenidas dentro de ellas, ahora rompiendo las cadenas que los han atado durante tanto tiempo, mientras se elevan hacia los amorosos brazos de la Presencia YO SOY. Convirtiéndose en uno con esta divina parte de ustedes mismos todo el bien de cada cosa depositada dentro del cuerpo causal y el conocimiento que lo contiene, ahora está disponible para ustedes. Esto no es lo que pueden esperar, amados seres. ¡Esto es lo que verdaderamente son! ¡Aquí mismo y ahora mismo pongan la atención sobre la propia divinidad y manténganla por siempre! Si tienen que usar esta afirmación a diario, en forma horaria o aún a cada minuto – háganlo así. 

Creo que muy rápidamente comenzarán a ver los resultados de esas palabras, porque cada vez que repitan estas declaraciones la atención también se focalizará en el deseo de vivir la propia vida de acuerdo con la Divino Plan de Dios y es dentro de este puro deseo de ser sanado que la habilidad para hacerlo así será encontrada. ¡Tengan una maravillosa semana, mis queridos chelas, continuando el proceso de sanación, manifestando más ampliamente vuestra perfección en el mundo de forma! 

MAESTRO HILARIÓN

 

 

 

 

 

 

 

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