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Las Cartas de Shamballa

 VOLUMEN 16, Número 34                                                                                                     Agosto 23, 1996

Amados espíritus de Amor Divino: 

¡Ustedes son brillantes espíritus en mi jardín de cósmica misericordia y compasión! Cada vez que perdonan la vida una nueva y más vigorosa flor surge en gratitud, reconociendo vuestro gozo en el servicio. Les pido que piensen otra vez por unos pocos momentos y recuerden las siguientes declaraciones: “¡YO SOY la Ley del Perdón y la Llama Transmutadora de todo error que alguna vez haya hecho!” Esta afirmación no sólo limpia los cuatro vehículos inferiores sino que también es una muy poderosa declaración de sanación. Para ampliamente aumentar su poder, también pueden decirse: “Yo verdaderamente me amo como Dios me ama y este amor me permite perdonarme”. 

“¡YO SOY la Ley del Perdón y la Llama Transmutadora de los errores de toda la humanidad!” es una expansión de la actividad de sanación que están recibiendo – expandiendo vuestra luz a aquellos de todos los hermanos y hermanas en este planeta. Adicionalmente, díganse en silencio: “¡Yo me amo y este amor me permite perdonar a mis compañeros viajeros y más fácilmente reconocer la unicidad de toda vida, y YO SOY verdaderamente el guardián de mis hermanos y hermanas!” 

Queridos seres, recuerden usar estos poderosos decretos muchas veces durante el curso de la semana que viene, así como también tomen tiempo para concientemente re-energizar el manto de luz de protección con tanta frecuencia como sientan que es necesario. Recuerden siempre que las bendiciones y las virtudes de Dios están constantemente irradiando hacia los hijos de la Tierra. No obstante, para ser el recipiente y benefactor de esos regalos, cada individuo debe, por ley cósmica, colocar concientemente su atención sobre este elevante fluir de energía, permaneciendo en paz hasta que su copa de conciencia sea colmada hasta el borde con el elixir de lo Más Alto, que tan amorosa y constantemente se les dispensa. 

Yo los bendigo por el deseo y la determinación que tienen de manifestar el Santo Ser Crístico en el mundo de forma, como prueba de la bondad del espíritu de Dios del cual todos nosotros somos una parte.  Yo los envuelvo ahora en mi llama de Misericordia y Compasión, mientras expreso una vez más mi gratitud por vuestro co-servicio. ¡Recuerden, aunque este mes casi está finalizando mi templo está siempre abierto para ustedes! 

 YO SOY y siempre seré

 Vuestra hermana de amor y luz

Kwan Yin

 

 

 

 

 

 

 

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