VOLUMEN 17, Número 26                                                                                                                      Junio 30, 1995

Benditos seres: 

Esta semana compartiré con ustedes un ejercicio más para que usen al trabajar con el sagrado y santo aliento de Dios Padre-Madre. Le deben tanto al sol físico y los grandes seres, Helios y Vesta que residen allí. El sol vierte luz y vida para todo. Con este conocimiento, pueden, mediante la atención, atraer hacia el propio ser, mediante el amor y la gratitud, la benéfica radiación que es su placer otorgar sobre todo lo que vive, se mueve y tiene su ser en este bendito planeta Tierra.  

Para que tomen la plena oportunidad del siguiente ejercicio de respiración les pido que en todo lo posible, estén frente al sol. Si no, entonces visualicen el sol y su brillante luz en el ojo de la mente. 

No obstante, recuerden no mirar físicamente hacia el sol, sólo dejen que su gentil tibieza fluya hacia y a través del cuerpo. Durante este ejercicio con frecuencia elevarán sus brazos desde los lados del cuerpo hasta que formen una cruz con las palmas hacia arriba. Sepan que esta posición simboliza la completa rendición a la voluntad de nuestro Dios Padre-Madre. 

Ahora están listos para comenzar. De pie, erguidos con los pies juntos, visualicen los dorados rayos del sol vertiéndose hacia ustedes Tomando una profunda, lenta respiración cuenten hasta cuatro mientras elevan los brazos hasta formar una cruz, inspiren estos rayos hacia vuestro centro corazón. Sostengan el aliento hasta la cuenta de cuatro absorbiendo los regalos y bendiciones de Dios a través de los amados Helios y Vesta. Luego exhalen contando hasta cuatro y mientras lo hacen bajen los brazos y sientan como los dorados rayos entran en cada poro del cuerpo, colmándolos con luz. Luego sostengan la respiración fuera del cuerpo y descansen contando hasta cuatro. Repitan este patrón de respiración siete veces. Después den la siguiente afirmación: 

“¡YO SOY luz! ¡YO SOY luz! ¡YO SOY luz!  YO SOY atrayendo dentro de mi propio ser todas las bendiciones y amor de los amados Helios y Vesta. YO SOY absorbiendo esta luz en cada célula de mi cuerpo. YO SOY ahora pleno con la luz. ¡YO SOY radiante con la luz y YO SOY agradecido, agradecido, agradecido por esta luz y amo la luz!” 

Amados seres, esto concluye esta corta serie de ejercicios de respiración. Les pido que recuerden que el ritmo es importante para toda manifestación duradera. A través de la constante aplicación de atraer la luz de Dios dentro de cada célula y átomo del ser podrán traer mejor salud, más juventud vigorosa, más claro pensamiento y expandida sabiduría para ustedes mismos. Para completar esta actividad deseo compartir una afirmación más para que utilicen: 

“¡YO SOY el aliento del Espíritu Santo que fluye constantemente a través de mi ser hacia la gran Respiración Cósmica que unifica toda perfección por todas partes!” 

Como el ser de luz que verdaderamente son repitan lo siguiente: 

“¡YO SOY libre! ¡YO SOY libre! ¡YO SOY eternamente libre!”

“Así es, amado YO SOY” 

La próxima semana honraremos el retorno de la Llama de la Ascensión a Shamballa. Hasta entonces, focalicen la atención sobre la libertad personal y lo que esta cualidad significa para ustedes. 

Santo Æolus