VOLUMEN 17, Número 4                                                                                                                      Enero 27, 1995

Amados Espíritus de Amor: 

Los Divinos Principios son de la máxima importancia en la evolución espiritual, pero durante este año de amor divino es tiempo para que ustedes también experimenten y sientan las distintas actividades de la vida en la Tierra, de modo que puedan llegar a entender más plenamente por qué han venido y cómo  pueden ser de asistencia a la vida. Para hacer esto necesitan tener un conocimiento y entendimiento de la vida humana. Deben también llega a amar a los propios cuatro vehículos inferiores individual y colectivamente, porque como he declarado antes, ellos forman el perfecto cuerpo de Dios en este plano físico de existencia y ustedes han venido a  la Tierra para hacer este trabajo. 

Al comienzo de este año, dieron vuelta a un nuevo capítulo en el libro de la vida. Una vez más se les ha dado la oportunidad de crear una nueva historia. Es mi esperanza que permitan ser guiados por el espíritu del Cristo, mirando hacia adelante al futuro con una actitud positiva y amor y esperanza en los corazones. Esperen sólo el bien en la vida y será traído hacia ustedes para que lo acepten. 

Piensen sólo en el bien, recuerden sólo el bien, sientan sólo el bien y se convertirán en la Bondad de Dios, brillando como la luz de miles de soles para que los demás lo vean. Luego, ellos también llegarán a seguir el ejemplo que ustedes han mantenido asistiendo así a la creación de un nuevo mundo de perfección. Esta mis amados seres, es la Edad Dorada Permanente de Saint Germain y no está tan lejos como podrían pensarlo. 

No obstante, para entender la plenitud de la nueva era deben continuar escuchando con los corazones y seguir la estrella del propio verdadero ser. Porque sólo entonces escucharán ¡“…Mirad! Los verdaderos hijos e hijas de Dios han aparecido en Alas de Luz…”  

Continuar creciendo firmemente en el conocimiento espiritual toma un gran esfuerzo de vuestra parte queridos seres. Deben ser siempre observadores, llegando hasta las más altas octavas de luz en todo momento, constantemente avanzando en el propio desarrollo. Debido a esto, debe haber tiempo, deben hacerse tiempo, para estar quietos, aquietar los cuerpos y comunicarse silenciosamente con la Presencia de Dios dentro de ustedes, a través del Santo Ser Crístico. 

Sin esta unificadora y pacífica actividad que da paz al ser, la vida se volverá caótica, permitiendo  confusión con respecto a la Voluntad de Dios para que entre fácilmente a la conciencia. Entonces el sendero ya no será más claro para ustedes y esto, amados seres, es algo que debe ser evitado mientras continúan sirviendo con la Gran Hermandad Blanca y la responsabilidad de los roles individuales se incrementa. Vengan a servir conmigo ahora. ¡Juntos entremos al silencio y bebamos profundamente  de su esencia!

Æolus, Santo Espíritu Cósmico