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Las Cartas de Shamballa

VOLUMEN 17, Número 32                                                                                                   Agosto 11, 1995

 

Queridos chelas: 

Durante los pasados siete años todos han observado la actividad de unidad que está teniendo lugar en una forma pequeña en partes de Europa y varios países del Este. Los muros de la creación humana han verdaderamente caído y la gente de esos países debe ahora llegar a aceptarse unos a otros, incluyendo sus ideas, cultura, apariencia física e historia. 

Como muchos están observando a diario, eso no es siempre un proceso fácil y las sagradas llamas deben ser invocadas una y otra vez durante este tiempo de cambio y transición. Las llamas de misericordia y perdón deben encenderse constantemente, transmutando no sólo viejas ideas y memorias sino también las acciones de otros que continúan teniendo lugar en una base diaria. Sólo de esta forma llegará el tiempo cuando el verdadero entendimiento y aceptación puedan plenamente tener lugar. 

Cada individuo y aún la propia sustancia de la tierra deben ser constantemente purificados de modo que nuevas negatividades no puedan comenzar a manifestarse e interferir en hacer surgir los regalos y bendiciones de unidad y hermandad dentro de las mentes y corazones de todas las personas involucradas. Es esta pureza la que eventualmente permite las cualidades de amor, entendimiento, paciencia y amistad para reforzar en cada individuo, permitiendo que la paz finalmente se manifieste sobre la Tierra. 

Hemos compartido con ustedes durante muchos años el conocimiento de que cada corriente individual de vida es de Dios y que deben llegar a ver a Dios en todo. ¡Esto, amados seres, es la UNICIDAD de toda vida!  Pero antes que esto pueda suceder primero deben reconocer la divinidad dentro de ustedes mismos y aprender a amar como nuestro Dios Padre-Madre ama. Aceptando este entendimiento y anclándolo  firme y profundamente dentro del ser, las respuestas a las preguntas “¿Quién Soy? y “¿Por qué estoy aquí?” se volverán rápidamente más simples. 

Hemos hablado con frecuencia para animarlos e instruirlos en cómo convertirse en maestros de la propia energía de vida. Cuando toman este concepto más ampliamente pueden ver que, juntos, toda la familia del hombre, el reino angélico y la vida elemental deben también venir juntos y, unidos en servicio, dominar las energías de este entero planeta. Mientras este concepto continúa creciendo y expandiéndose en la mente comenzarán a ver la importancia universal de este trabajo. ¡Lleguen a amarse como Dios los ama, amados seres, y luego compartan este amor con otros, así como Yo siempre los envuelvo en mi amor! 

Durante la próxima semana, pregúntense una vez más aquellas dos simples cuestiones: “¿Quién soy yo?” y “¿Por qué  estoy aquí?”  Luego centrados dentro del sagrado corazón de puro amor divino, escuchen la respuesta. 

YO SOY Æolus

 

 

 

 

 

 

 

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