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Las Cartas de Shamballa

 VOLUMEN 15, Número 22                                                                                                     Mayo 28, 1993

Amados Chelas: 

¡YO SOY agradecido por la determinación que han demostrado durante la semana pasada en buscar la quietud! La actividad de aquietar los vehículos inferiores es el primer paso – y con frecuencia el más difícil – en el viaje al Silencio. ¡Lo están haciendo bien!  

Cuando comiencen realmente a demostrar maestría sobre los cuatro vehículos inferiores, las Octavas de Luz se volverán más aparentes a la conciencia. Muchos de ustedes lo notaron durante nuestro ejercicio. En momentos de absoluta quietud, la primera capa del gran velo es dejada a un lado y uno siente la cercanía de los planos ascendidos. Por supuesto, Nosotros estamos tan cerca como el más ligero pensamiento en todo momento, sin embargo la intrusión del mundo de forma algunas veces hace difícil percibir esta cercanía. ¡Cuando progresemos, queridos seres, llegará el momento en que entenderán, dentro de la parte más profunda de ustedes, la gran Verdad de la Unidad de toda Vida! 

He dicho que nos moveremos firmemente hacia adelante y así lo haremos. Vuestra asignación durante los próximos siete días es lo mismo  que la semana pasada. Por favor continúen disponiendo de diez minutos por día para buscar la quietud. Continúen como lo han estado haciendo, con dos ligeras variaciones. 

Primero, prueben practicar la quietud aproximadamente a la misma hora de cada día. Esto establecerá el período de contemplación como parte de la rutina diaria, de modo que no pueda ser omitida como parte de las actividades del día. Esto se volverá más importante a medida que progresemos. ¡Recuerden, estamos comenzando a crear un momentum de conciente contacto entre ustedes y el Cristo Interno! A fin de hacerlo, debemos ejercitar la constancia del esfuerzo. 

Segundo, comenzaremos a practicar atrayendo los beneficios de la quietud, desde lo interno hacia lo externo. Este es un concepto muy simple, que explicaré después. Ahora, sin embargo, les pido que hagan lo siguiente: Después de haber completado los diez minutos de quietud, tomen una hoja de papel y lápiz y hagan una descripción de la experiencia con la quietud. Háganlo todos los días. La descripción de esta experiencia no tiene que ser larga o comprometida. Es sólo para que tengan una percepción de lo que experimentaron. 

El maestro Jesús una vez dijo: “Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, golpeen y se les abrirá” Amados seres, mientras continúan perfeccionando la maestría de los cuatro vehículos inferiores es importante que no se juzguen. Recuerden, ¡no pueden fallar! ¡Siéntanse envueltos en Mi Amor, mientras buscamos la plenitud del Cristo!

Kuthumi