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Las Cartas de Shamballa

 VOLUMEN 15, Número 21                                                                                                       Mayo 21, 1993

 

Benditos Amigos: 

Me inclino en amorosa reverencia ante el Cristo dentro de vuestros corazones. ¡YO SOY muy honrado, queridos seres, porque se me permite compartir con ustedes la delicia de Mi existencia – el gozo de contemplar la Presencia de Dios YO SOY! 

Mucho de nuestro trabajo de este año hasta aquí ha estado centrado alrededor de los esfuerzos de la sanación planetaria en la cual nuestros chelas están involucrados y las diferentes Leyes y Principios Cósmicos que gobiernan los resultados de esos esfuerzos. ¡Hoy, comenzaremos un viaje de una clase diferente – un viaje interno! 

Nosotros – vuestros Hermanos y Hermanas Ascendidos – les hemos hablado con frecuencia con respecto al Gran Silencio y los regalos a ser encontrados allí. El Gran Silencio es el lugar de reunión de los Maestros y es el camino de entrada al propio Corazón de Dios. Dentro del Gran Silencio, los misterios de las eras les son revelados a la mente del hombre y la Llama del Divino Principio envuelve a todo dentro de Sí misma. 

Se les ha dicho que este es un año de Iluminada Obediencia a la Presencia de Dios YO SOY. ¡A fin de manifestar el Cristo Interno, deben primero pasar tiempo para conocer a este Gran Ser de Luz que vive dentro de ustedes! 

La relación entre una corriente de vida encarnada y su Santo Ser Crístico, comienza con el arte de la contemplación. Yo lo llamo un arte porque debe ser diligentemente aplicado y practicado hasta el momento en que puedan llevar una parte del Silencio con ustedes en todo momento y en todas las actividades del mundo de forma. Mi amado Amigo y Maestro, Dwjal Khul, se ha referido a ello como el Manto de Quietud, y así es. 

Mientras alcanzan la contemplación y entran al Silencio, es imposible emerger sin un Manto de Quietud, porque este es el regalo del Silencio manifiesto en el mundo de forma. Cuando vistan este Manto, sabrán cuando hablar y cuando permanecer en silencio, cuando actuar y cuando esperar. Cuando continúen pasando tiempo en el Silencio en una base regular, llegarán a conocer todas las cosas, porque el gran Silencio unifica al hombre manifesto y al Cristo Interno, de modo que todas las acciones procedan de la Sabiduría de la Mente Divina. 

¡Haremos el viaje interno juntos, ustedes y Yo! A fin de crear un inviolable momentum de conciente contacto entre ustedes y vuestro Santo Ser Crístico, caminaremos lentamente – aunque con firmeza, demostrando la paciencia y la determinación que son los regalos del Primer Rayo. 

Comiencen hoy y cada día durante la próxima semana, desearía que dispusieran de diez minutos para practicar la quietud. Encuentren un lugar calmo, un lugar de armonía y confort. Siéntense en una confortable posición. Cierren los ojos y aquiétense. Practiquen aquietando los pensamientos, los sentimientos y las memorias. Practiquen aquietando las demandas del cuerpo físico. ¡No busquen experimentar nada excepto la quietud! 

Esto puede sonar simple para algunos de ustedes y difícil para otros. Sin embargo, desearía que practicaran la asignación dada, sin tener en cuenta si ya están acostumbrados a largos períodos de meditación. Dejen a un lado todas las nociones preconcebidas y prosigan. 

¡Los amo, mis amados chelas! ¡Ahora, comencemos! 

Kuthumi

 

 

 

 

 

 

 

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