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Las Cartas de Shamballa

 VOLUMEN 15, Número 25                                                                                                     Junio 18, 1993

Amados Seres: 

Muchos han cuestionado la diferencia entre la quietud y el Silencio. Les diré que es necesario entrar y pasar a través de la quietud para llegar al Gran Silencio. Cuando se alcanza el perímetro externo del Silencio, el Manto de Quietud es colocado sobre vuestros hombros. Es necesario ser cubierto con esta vestimenta antes que se pueda dar permiso para entrar al Silencio. El Silencio es un sagrado y santo foco de Luz. Uno debe estar envuelto en una vibración de Humildad y Anonimato antes de ser posible entrar allí. El Manto de Quietud está compuesto, en gran parte, por estos dos Divinos Atributos. 

Se les ha dicho que la Gratitud es la única vibración que puede aceptar la Llama del Maestro. Esta Verdad se aplica no sólo a la relación entre un Maestro Ascendido y un chela sino también a la relación entre un chela y el gran Maestro interior – el Santo Ser Crístico. 

Hasta ahora, nos hemos concentrado en aquietar  los vehículos interiores a fin de lograr la quietud. Ahora comenzaremos a purificar las actividades de los vehículos inferiores y luego los unificaremos dentro de una sostenida vibración de Gratitud. Esta actividad nos preparará para aceptar la Llama del Cristo dentro de nuestro elevado Cáliz de Conciencia. 

Es importante recordar que nuestros cuatro vehículos inferiores fueron modelados para nosotros por el Cristo Interno, con el fin de ser utilizados como herramientas en el proceso creativo. Para lograr la contemplación y la iluminación, es necesario que nuestros cuerpos inferiores estén purificados, y luego unidos en una vibración de Gratitud y Humildad. Así, ellos cooperarán con nosotros en nuestros esfuerzos para manifestar el Cristo. 

Esta semana, cuando entren a la quietud, vuélvanse concientes de la respiración. Cuando inspiren, vean como la Luz desde el Corazón de vuestra Presencia entra al chakra coronario y prosigue hacia el Centro Corazón. Cuando exhalen, vean cómo se expande la Luz desde allí para llenar cada uno de los vehículos inferiores, por turno, primero el físico, luego el etérico, el mental y el emocional. Mientras purifican cada cuerpo afirmen: 

Enciende en, a través y alrededor de mi vehículo… el pleno momentum de la Llama Violeta Transmutadora, el más poderoso aspecto del Amor, que instantáneamente transmuta toda energía pendiente de regreso a su perfección. *¡YO SOY en Perfecta Paz! (*X3) 

Después de purificar todos los vehículos, simplemente descansen en la quietud. Sientan la perfecta Paz que han reclamado para sí, mientras colma vuestro ser. Al permanecer en la quietud, envueltos en perfecta Paz, comenzarán a estar concientes de una marea de Gratitud que se eleva en el interior. En este punto, no comanden la Gratitud ni prueben en dirigirla de algún modo. Descansen en la quietud hasta que sientan que es tiempo de retornar a la ubicación física. Luego, tomen el Diario Espiritual y completen la tarea para el día. 

YO SOY vuestro hermano,

Kuthumi

 

 

 

 

 

 

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