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Las Cartas de Shamballa

 VOLUMEN 12, Número 47                                                                                                           Noviembre 23, 1990

Amados Chelas de Luz: 

Una vez más los envuelvo con la amorosa Gratitud de mi Corazón por la Festividad de Acción de Gracias que nos han ofrecido a todos en las Octavas de Luz. El Reino Elemental, cuya ofrenda al Señor del Mundo es presentada antes que la de los maestros Ascendidos, Seres Cósmicos y Chelas, ha recibido también vuestro regalo de Gratitud a ellos por su gran servicio a ustedes a través de los siglos. En muchas partes del planeta, la vida elemental se está preparando para descansar por unos pocos meses y vuestro amor y agradecimiento los rodea con confort mientras llegan las señales de llegada del invierno. ¡Les agradezco!  

Entiendo que les pedimos a ustedes una gran cantidad, con frecuencia cuando la imagen externa en el escenario de la vida es menos animador.  Quizás sea innecesario llamarles la atención, pero, con frecuencia pienso en cómo sólo unas pocas palabras de ánimo en tal dificultad me ayudaron a seguir hacia adelante y hacia arriba cuando el sendero era empinado ante mí. Yo trataré de cumplimentar justo tal propósito para ustedes, esperando que quieran recordar mis palabras y mi Presencia cuando las necesiten. 

Ser chelas es una muy responsable posición, porque están actuando en nuestro nombre en el mundo de forma. Están alcanzando el Amor de vuestra Presencia, haciendo las llamadas – no sólo por ustedes mismos – sino por todos los hermanos y hermanas en la Familia del Hombre. 

Cuando una inmediata respuesta no se manifiesta en la imagen externa, recuerden que toda sanación emerge desde los planos internos. Cuando lo hace así, “empuja” las situaciones que necesitan sanación a la superficie. Entiendan que esta es la indicación de la necesidad para que intensifiquen el servicio y no pierdan la paciencia o el coraje. 

Es siempre sabio quitar la atención de las apariencias externas y usarla para enviar los orígenes de vuestro conocimiento espiritual más profundo hasta el Corazón de Dios, desde donde la sanación llegará. Con frecuencia, las apariencias externas son las que las personas no iluminadas usarán para “probar” que no hay Dios.  Para los chelas, esta debe ser la “prueba” de que la sanación de Dios está a mano. ¡Ningún hombre puede conocer el momento en que puede llegar la sanación o situación de una persona, pero es su tarea saber que llegará!

En el “invierno” de cualquier experiencia, cuando las cosas puedan parecer más sombrías, sostengan la atención sobre la Presencia de Dios “YO SOY” interior y producirán una “primavera” de gran crecimiento espiritual, habiendo desarrollado las raíces de la fe y el coraje profundamente dentro del Espíritu de Dios desde el cual han venido. 

Nada

 

 

 

 

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