4

Las Cartas de Shamballa

VOLUMEN 11, Número 43                                                                                                                                                   Octubre 24, 1989

 

Amados Seres: 

La última vez les escribí sobre los Reinos Elementales que los rodean y crean vuestros entornos y atmósfera sobre la Tierra. 

Saben, que cada uno de ustedes es el recipiente de un muy maravilloso Amigo Elemental – que permanece con ustedes `contra viento y marea´ por así decirlo. A través de cada encarnación siempre han tenido sobre la Tierra, este mismo amigo que ha sido responsable por la construcción y mantenimiento de las vestimentas físicas que han usado. 

¿Pueden aún imaginar la inteligencia de vuestro `Cuerpo Elemental´ - como es llamado este Ser – para atraer la sustancia necesaria del depósito universal a fin de crear las complejas y bellas formas que han usado – y usan hoy? 

Por supuesto, la conciencia del hombre, de acuerdo con su libre albedrío elige, es la inteligencia directora que cuida de los elementales usados durante sus varias encarnaciones. Ustedes saben, toda la humanidad ha usado mal al elemental de la vida en mayor o menor grado, creando por tanto confusión y frustración dentro del Amigo Elemental.  En el comienzo, sólo el Santo Ser Cristico era reflejado en el Cuerpo Etérico y este era el patrón usado por el Cuerpo Elemental para crear la forma física. Cuando la voluntad del hombre creaba una imagen menor que la perfecta, el Cuerpo Elemental tuvo que usar eso que se le había dado. 

En cualquier amistad, si ha entrado una condición perturbadora para romper la armonía de esa relación, hay pasos que pueden ser tomados para restaurarla y sanarla. Lo mismo es real para vuestra relación con el propio Amigo Elemental. El primer paso es generalmente una disculpa para cualquier problema que hayan causado y el segundo paso es encontrar lo que pueden hacer para que las cosas sean hechas `correctas´ nuevamente.  Hay otro paso una vez que han comenzado a sentir que vuestro amigo les concede su perdón. Ese paso es decir `¡Gracias!´ Agradezcan al amado amigo por el servicio que les ha dado durante estos muchos siglos. Permítanle saber cuán agradecidos y felices están por el conocimiento que les ha dado sobre este servicio a ustedes y que nunca lo tomarán de nuevo por concedido. 

Les agradezco y los bendigo por la atención y las acciones en este esfuerzo de sanación. 

Pablo, el Maha Chohan

 

 

 

 

 

 

Siguiente cartas