VOLUMEN 11, Número 48                                                                                                           Noviembre 28, 1989

Queridos Estudiantes de la Luz:

Quiero recordarles un muy maravilloso don espiritual. El mismo es vuestra individualidad. ¡Éste es en verdad un don más allá de la comparación!  Representa las específicas contribuciones a la cualidad de vida que nadie puede dar exactamente en la misma forma. Es el tesoro que buscan descubrir y expresar. ¡Es el Divino Plan individual sostenido en el corazón del Santo Ser Crístico dentro de vuestro latiente corazón!

La advertencia a ser dada no es para confundir el regalo de individualidad con exclusividad. Un Gran Maestro una vez aconsejó a la gente a “testear los espíritus” Esta en una clave  importante para el avance espiritual. Para encontrar si una cualidad es de Dios, pregúntense si la misma les ocasiona sentir una sensación de separación de vuestros hermanos y hermanas en la familia del hombre. Si encuentran que es así, pueden estar seguros que esta no es una verdadera cualidad Divina, sólo una calificación hecha por la conciencia humana.

Un verdadero discípulo del Espíritu Santo reconocerá y atesorará su propia individualidad, reconociendo que puede lograr su trabajo en este marco y sentirá una sensación de seguridad en esta realización. Más importante aún  percibirá y valorará todas las otras contribuciones a su cualidad de vida, honrando el don de individualidad también en los demás. Entenderá si la contribución de su hermano no está aún plenamente desarrollada. Animará a aquellos que están esforzándose para desarrollar sus dones individuales  asistiéndolos a entender que ninguna otra persona puede hacer su particular contribución. Estará muy agradecido por su ayuda a producir el Universal Divino Plan para toda vida.

Gracias Padre de toda Luz y Madre de todo Amor por este don, en ustedes mismos y en todos los otros, porque el Divino Plan para esta Tierra no puede ser producido sin cada célula estando presente. Yo los amo y les doy las gracias por vuestra atención y entendimiento.

Pablo, el Maha Chohan