VOLUMEN 9, Número 21                                                                                                       Mayo 26, 1987

El Morya 

Saludos, Mis Amados Amigos de las Edades, Yo los Amo. 

Es la Voluntad de Dios para todas las cosas creadas expresar la más exquista perfección. El Poderoso y Glorioso y Majestuoso “YO SOY” no puede ni siquiera pensar en la imperfección.  

Como les ha dicho el Maestro Jesús, Micah, El Ángel de la Unidad: “¡Ustedes son Dioses”! 

La conciencia de pensamiento y sentimieno de la Gran Universal Omnipresencia que gobierna este Universo de inmediato externaliza eso que está dentro de sí misma. 

La Voluntad de Dios es que cada hombre sea un Maestro de Amor, un Sol de Libertad, la Corona de los Elohims sobre su cabeza, la Vestidura sin Costuras del logro sobre su cuerpo, el perfume de la santidad irradiando a través de él como una bendición y gracia para toda vida. 

Cada mujer fue creada como una Diosa cuidando el Fuego Sagrado dentro del hogar a través del entendimiento, de la bondad y del amor. Cada mujer es una sacerdotisa en su propio corazón, a través de sus manos fluye el poder de la sanación. 

Es el Divino Edicto que todos los hombres puedan convertirse en Maestros de Amor en su verdadero sentido y recordar que no hay corriente de vida en todo el Gran Universo de Dios que no sea de alguna forma un Dispensador del Divino Elemento del Amor.

El Morya