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Las Cartas de Shamballa

 VOLUMEN 9, Número 31                                                                                                                          Agosto 4, 1987

El Morya 

Saludos Mis Amados Amigos de las Edades, Yo los Amo. 

Aquellos a quienes les confiaron el gran privilegio de guiar a las generaciones más jóvenes en el Planeta en este momento, es a ustedes que Yo hablo. La disciplina da un gran sentimiento de seguridad a la gente joven. Ellos pueden rebelarse pero se sienten seguros cuando ustedes marcan  el perímetro externo por el cual no pueden caminar. ELLOS SE SIENTEN SEGUROS. Sin ese perímetro, ellos se sienten extremadamente inseguros y esta inseguridad se manifiesta en su comportamiento el cual no se está manteniendo ni con la Ley de la Tierra ni con la Ley Cósmica. 

Los animo fuertemente a amar a la generación más joven, porque allí yace la esperanza del Planeta y los capacita a ver y conocer esa obediencia a la ley, obediencia a su propia auto estima, obediencia a la Voluntad de Dios es requisito al formar sus caracteres. La Disciplina, cuando es una Virtud Divina, no es dura ni cruel. Oh, NO. La disciplina es una amorosa tolerancia y actitud sin desvíos a lo que es aceptable y lo que no lo es. Cuando es una materia de principios, sean extremadamente fuertes y firmes pero cuando sólo es una materia de opinión, entonces les aconsejo que gentilmente se balanceen con la brisa y vuestra generación más joven los amará. Ellos se sentirán seguros con ustedes. Ellos SABRÁN que ustedes los aman y desean guiarlos y protegerlos. 

Es el Divino Edicto que todos los hombres puedan convertirse en Maestros de Amor en su verdadero sentido y recuerden que no hay corriente de vida en todo el Gran Universo de Dios que no sea de alguna forma un Dispensador del Divino Elemento del Amor. 

La mayoría de vuestras generaciones más jóvenes son seres ya irradiando gran luz en nuestro beneficio y en beneficio de la evolución de vuestro planeta, pero está dentro del proyecto de cada persona joven en encarnación que ellos sean también potenciales centros de radiación de Divina Luz. Ayúdenlos, ámenlos, entiéndanlos, disciplínenlos con Divino Amor. 

Yo los amo,

El Morya

 

 

 

 

 

 

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