VOLUMEN 7, Número 15                                                                                                   Abril 9, 1985

Señor Gautama 

Consideremos a un niño con una pieza de modelarte arcilla en sus manos, esforzándose por manifestar algo que desea. Mientras las ideas flashean a través del escenario de su mente, los dedos se mueven y reproduce la idea en una forma cruda. Mirando cada manifestación de su idea él no está satisfecho y decide hacer cambios.

Así es con el hombre cuando desea precipitar algo y luego en el medio de la precipitación su mente manifiesta otra figura.

Es esencial al precipitar algo que sostengan la verdad del diseño original. Uno DIRIGE el pensamiento que traerá la perfección deseada, pero si constantemente cambian de idea se alterará el resultado. Recuerden que ustedes están precipitando en todo momento. Mantengan vuestros pensamientos siempre en eso que es la perfección y llegará el resultado deseado.

“YO SOY” el Señor Gautama

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