VOLUMEN IV, Número 48                                                                                                         Noviembre 30, 1982 

Amado LaMorae 

Queridos hijos caminando este planeta Tierra, los invito a venir conmigo al Plano de la Realidad… esa Isla de Tranquilidad donde el cuerpo emocional, como resultado de esta visita, será bañado en las calmas aguas de pura Luz. ¡Sientan vuestra conciencia dentro de una radiación de profunda quietud… experimenten al quieto ser cuando en la vestimenta externa contempla una corriente de suave agua ondulante con una gentil brisa que fluye sobre ella… dando el sentimiento de paz!

Les aconsejo usar este ejercicio – o uno de similar naturaleza, porque al hacerlo así esa gran envoltura del elemento agua (el cuerpo emocional) estará realmente agradecida por esa cooperación, entonces los otros tres vehículos recibirán la esencia de armoniosa radiación y los sentimientos, pensamientos, palabras y acciones ungirán la Tierra y todas sus evoluciones elevando así grandemente la acción vibratoria hasta un grado donde el impacto de negatividad será atenuado.

Como saben YO SOY privilegiado de tener la Radiación de la Armonía desde el Supremo Origen que fluye a través de mi Ser… y es mi responsabilidad dispensar ese regalo a toda vida. Los invito a volver la atención a mi humilde Ser y bañarse en el Reservorio de Armonía. Cuando uno es un radiante centro de Armonía ellos pueden realmente funcionar desde el Plano en el cual mora la Hueste Ascendida… donde la “constante presencia” del Amor es la llave tonal. Permítanme colmar la copa de vuestra conciencia con esta Esencia hasta que la cubra. 

LaMorae, Jerarca

Templo de la Armonía, Waikiki