VOLUMEN IV, Número 33                                                                                                   Agosto 17, 1982

Un Ángel, desde el Gran, Gran Silencio 

¡Vengan conmigo benditos seres al Corazón del Verdadero Silencio… donde los tonos de la Vida colman la “atmósfera” y nos rodean con un sentimiento de Paz - esa vibración que nos permite ser UNO con lo Infinito! Aquí en la Sala del Trono de vuestro ser toda belleza, toda la perfección les espera… en este depósito de los todo perdurables regalos del Supremo Origen son vuestros para dispensar para el beneficio de toda vida. En este estado de conciencia tienen la libertad de elegir cualquier Virtud que expandirá la Luz del Universo. (El significado dado por la conciencia humana a este estado del ser no es lo que ustedes pueden, y quieren, experimentar cuando desean beber de la Copa del Silencio y dispensar esa radiación a toda vida).

Con frecuentes visitas a la Realidad uno pronto aprende que en la Unicidad del ser se puede aceptar la actualidad del Divino Principio de Vida, y sentir hambre, dar de beber al sediento… en otras palabras, enviar un regalo que enriquecerá las evoluciones de este Planeta que están tan necesitadas en esta importante hora.

Mi mensaje a ustedes es simple – digno de investigar. Vengan a conocer el éxtasis del ser de los Seres Iluminados, vuestros Hermanos y Hermanas que viven y permanecen en este estado de Conciencia en todo momento. Mi humilde deseo y propósito de esta visita a ustedes es para elevar vuestras conciencias aún más alto, a fin de que quieran comenzar a conocer el significado del Gran, Gran Silencio (silencio de la conciencia humana) donde la bendición de la Melodía de las Esferas es una radiación obtenida por la mezcla del Tono Cósmico de vuestro ser individual y viajar en ese canal de Luz a cualquier parte en el universo que el nivel de conciencia lo permita.

Ustedes han rogado vuestra alianza a la redención de esta bendita Tierra y pueden hacerlo así en mayor capacidad cuando entiendan que lo pueden hacer así mediante la sublimación de la personalidad externa - “dejando ir y PERMITIR A DIOS.” 

Un Ángel Co-servidor

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