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Las Cartas de Shamballa

 VOLUMEN 20, Número 28                                                                                                             Julio 9, 2001

 

Mis queridos amigos: 

Antes de continuar desearía compartir una pregunta que recientemente me hicieron: ¿Cuál es la diferencia entre quietud y Silencio? Para responder a esto, una vez más Yo les ofrezco información sobre este tema, dada en previas enseñanzas. 

“…Les diré que es necesario entrar y pasar a través de la quietud para llegar al Gran Silencio. Cuando se alcanza el perímetro externo del Silencio, el Manto de Quietud es colocado sobre vuestros hombros. Es necesario estar cubierto con esta vestimenta antes de ser permitido entrar al Silencio. El Silencio es un sagrado y santo foco de Luz. Uno debe estar envuelto en una vibración de Humildad y Anonimato antes que sea posible entrar allí… 

Cuando entren a la quietud, vuélvanse concientes de la respiración. Mientras inspiran, vean como la Luz desde el Corazón de vuestra Presencia entra al chakra coronario y prosigue hacia el Centro Corazón. Cuando exhalen, vean cómo se expande la Luz desde allí para llenar cada uno de los vehículos inferiores en forma ordenada, primero el cuerpo físico, luego el etérico, el mental y el emocional. Mientras purifican cada cuerpo afirmen: 

Enciende en, a través y alrededor de mi vehículo…………. el pleno momentum de la Llama Violeta Transmutadora, el más poderoso aspecto del Amor, que instantáneamente transmuta toda energía pendiente de regreso a su perfección. ¡YO SOY en perfecta paz! ¡YO SOY en perfecta paz! ¡YO SOY en perfecta paz! Después de purificar todos los vehículos, simplemente descansen en la quietud. Sientan la perfecta Paz que han reclamado para sí, mientras colma vuestro ser…” 

Como pueden ver hay una muy importante diferencia entre la quietud y el Gran Silencio. Mientras experimentan este ejercicio, podrán llegar a entender plenamente el significado de estos dos conceptos. Quizás la diferencia sería un buen tema sobre el cual escribir en el Diario Espiritual, amados seres. 

Kuthumi

 

 

 

 

 

 

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