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 Principios Divinos

 

ENTRANDO AL SILENCIO

 Tomado de El Gurú y el Chela

Por el Maestro Ascendido Kuthumi

 

CHELA: Amado Maestro: ¿Cómo entra al Silencio un estudiante?

GURÚ: Bendito Chela: entrar concientemente al Gran Silencio es un estado positivo, y no negativo, de la conciencia individual. La contemplación nunca debe ser confundida con el letargo, ni la adoración y devoción con sueños imaginarios y visionarios. En esto yace el entrenamiento en sabiduría, discernimiento, balance, pureza de motivo y perseverancia de la voluntad y propósito.

 

CHELA: Amado Maestro: Cuando dices que entrar al Silencio requiere el establecimiento y el mantenimiento de un estado positivo de conciencia, ¿qué significa?

GURÚ: Bendito Chela: Yo quiero decir que el individuo debe comprometer la cooperación de sus diversos vehículos de expresión y usarlos para crear un aura individual de paz, pureza y tranquilidad. Dentro de esta aura personal, el individuo debe permanecer alerta, focalizado en la atención y en control de sus concentrados poderes – sosteniéndolos sobre el objeto de sus devociones, ya que éste sea el Corazón de Dios o de algún Representante Divino del Rey de Reyes.

 

CHELA: Amado Maestro: Nos han dicho que largos períodos de contemplación son peligrosos y abren al individuo a influencias insidiosas.

GURÚ: Bendito Chela:  Aquí debe ser desarrollado el discernimiento. Cada individuo es capaz de una cantidad diferente de “contemplación aplicada” de acuerdo con el control personal de sus procesos de pensamiento, sus sentimientos, sus memorias etéricas y las demandas del vehículo físico. Un hombre, concientemente preparado para comulgar con su Hacedor, encuentra sus propios procesos mentales entretejiendo en la sustancia del pensamiento una pantalla de pensamientos irrelevantes que hacen su esfuerzo insatisfactorio. Otro hombre, capaz de concentrar sus pensamientos, encuentra que la marea de su naturaleza emocional surge revivificando injusticias pasadas. Sin embargo, otro disfruta del sensible mar de memorias que fluyen desde el cuerpo etérico. Un hombre, bien capaz de controlar sus pensamientos, sentimientos y memorias puede encontrar las demandas de los músculos acalambrados, picaduras en la piel u otros malestares físicos que perturban sus esfuerzos. Cada chela debe tomar nota personal de sus propias capacidades y aptitudes para aquietar sus vehículos y luego con sabiduría desarrollar “la contemplación empleada” de acuerdo con su siempre incrementada eficacia en la maestría y control de sus vehículos.

 

La acción vibratoria de la propia alma, el motivo animador del alma hacia la comunión con el ser interno, la acción vibratoria y apetitos de los cuerpos internos determinarán qué tipo de influencia puede ejercer sobre el individuo que busca la paz del Silencio. Cuando el corazón es puro, el alma sincera y la mente conciente agudamente alerta a las decepciones del ego que busca engrandecerse a través de las impresiones de una grandiosa naturaleza, ninguna fuerza sutil externa puede entrar en el período de contemplación.

 

CHELA: Amado maestro: ¿Cuál es la ventaja de entrar al Gran Silencio?

GURÚ: Bendito Chela: Las ventajas, y ellas son muchas, de entrar al Silencio podrían difícilmente ser enumeradas en esta columna.

 

Primero, es en el Silencio que el alma se familiariza con su Hacedor. Este es el primer propósito de todos los esfuerzos religiosos, que enseñan disciplina, instrucción y aplicación. Donde el ser inferior está flagrantemente activo, aún en profesiones de fe, la Gran Presencia no puede ser sentida, reconocida ni permitida fluir a través del ser externo con suficiente identidad para lograr esa unión que es conocida como el “segundo nacimiento”. En el Silencio, cuando el alma y la conciencia están sinceramente, humildemente, pacíficamente, gentilmente y reverentemente amando a Dios, se establece un estado de Gracia en el aura y los “muchos seres”. En este estado de Gracia el alma del individuo comienza a abrirse a la bendición y felicidad, a las corrientes sanadoras, a los flashes de iluminación y ánimo, a las presiones de fe y convicción que nutren al individuo y hacen posible un real progreso espiritual.

 

Segundo, los concientes esfuerzos y control de la naturaleza de pensamientos y sentimientos desarrollan la maestría individual, como lo hace la disciplina de la rebelde vestimenta física. En el Este, por supuesto, la maestría ha sido desarrollada por muchos miles pero el péndulo del esfuerzo ha oscilado demasiado lejos del otro lado, a medida que los individuos están tan atrapados en el éxtasis del Silencio que han olvidado, por lo general, que el propósito completo de tal contemplación y su subsiguiente bendición e iluminación es trasladar la perfección de este Reino Interno al mundo de la apariencia física. El Gran maestro del Este, el Señor Buda, habiendo pasado a través de todas las pruebas y tribulaciones de un alma esforzándose en encontrar el corazón de eterna paz, claramente manifestó el balance de La Ley, después de obtener “lo máximo” él regresó para traer los frutos de su aplicación a su prójimo.

 

CHELA: ¿Es suficiente este período de contemplación para la aplicación personal?

GURÚ: No, bendito chela. Como he dicho antes, al Gran Silencio se entra por un propósito. Aún los Maestros Ascendidos que eligen animar alguna porción particular del Divino Plan hacen una reverencia conciente ante el Trono del Silencio para asegurar la inspiración y la dirección y atraer la fuerza y poder requeridos para cumplir su nueva aventura. El chela individual, particularmente en el Occidente, no conoce el significado del aquietamiento. Cuando el cuerpo está quieto, la mente está corriendo, aún en los pedidos al Señor. Sin embargo, a fin de probar el poder espiritual para los más grandes servicios, se requiere el período de quieta contemplación de la Presencia con su asistente efusión.

 

CHELA: Amado maestro: ¿Podrías darnos un simple ejercicio o resumen de tal actividad cuando intentamos tocar el “borde de la Túnica” del Silencio?

GURÚ: Benditos Chelas: Ciertamente

 

Primero: Encuentren un lugar donde no puedan ser perturbados. La interrupción constante es muy perjudicial para el sistema nervioso. Más hermoso, quieto y armonioso sea vuestro lugar de contemplación, más cooperarán vuestros sentidos con el esfuerzo. La frecuencia de aspiración en el mismo lugar también trae una atmósfera de santidad y cada esfuerzo sucesivo es complementado por las energías así dedicadas antes de igual manera. Ese es el por qué en las catedrales, templos y hogares de santas corrientes de vidas, es más fácil alcanzar la elevación de conciencia que revela la Eterna Presencia.

 

Segundo: Pongan su cuerpo físico en una posición confortable. Recuerden que en todos los esfuerzos espirituales, más cooperación aseguren desde sus vehículos, más fácil será el logro. Sin embargo, entrar en el Silencio es una actividad positiva. Por lo tanto, es sabio sentarse, con la columna dorsal derecha, porque la misma posición de estar tendido conduce al letargo. Esto, naturalmente, está sujeto a modificaciones en caso de enfermedad u otras circunstancias donde el individuo no puede sabiamente realizar su adoración en la privacidd de su propio santuario. Permítanme decir aquí, el discernimiento y la sabiduría son requeridos para la búsqueda del sendero espiritual y el sentido común, no una ciega adherencia a la letra de la ley, es requisito más que común para el desarrollo espiritual. Por ejemplo, para tomar una cuestión específica acerca de la “contemplación” en la oscuridad – permítanme clarificar esto de una vez y para siempre. Crear deliberadamente una atmósfera de oscuridad y luego intentar comulgar con lo desconocido es contrario a la ley espiritual. Sin embargo, en el curso del vivir, los buenos estudiantes despertando durante las oscuras horas nocturnas, no siempre tienen suficiente privacidad para crear una luz artificial. Esta buena gente está naturalmente protegida por el aura de su propia aspiración y puede utilizar bien el tiempo en perfecta seguridad cuando ellos no pueden, por una u otra razón, procurar luz artificial durante la aplicación y contemplación espiritual.

 

Tercero: Relájense. Muchos individuos están tan tensos que le cierran la puerta al flujo de la Gracia. Cultiven ese estado de “descansar en la acción” tan esencial para la vida equilibrada, balanceada. El uso de la respiración rítmica es muy conducente a una relajación alerta y equilibrada.

 

Cuarto: Determinen dentro de sí mismos qué ser o actividad desean contemplar desde el Corazón de Dios. Examinen los motivos imparcialmente, con sabiduría y discernimiento. Si hubiese algún deseo de auto-búsqueda, de fenomenología, de satisfacer una curiosidad, desháganse de ese propósito. El propósito total de la contemplación activa es entrar a la Presencia de Dios y al Corazón de Sus Mensajeros cuando uno es impulsado por el amor divino por ellos y progreso del Esquema de la Creación Universal.

 

Quinto: Concientemente siéntanse envueltos en la Luz de Dios, Su Presencia, Su Amor.

 

Sexto: Esfuércense en sostener el proceso de pensamientos y sentimientos apuntados a expandir amor y bendiciones a Dios y a su Universo. Aún cinco minutos de concentración pueden probar ser suficientes para sus primeros esfuerzos.

 

Séptimo: Esfuércense en controlar las demandas del cuerpo físico durante este tiempo.

 

Octavo: Si fuese necesario, proveer una palanca espiritual para la mente conciente y sentimientos, lean algo amoroso elevante de poesía o prosa, o escuchen una melodía inspiradora.

 

Noveno: No teman a las fuerzas del mal. Mientras están amando a Dios, a los Ángeles y a la Hueste Ascendida, la vibración natural de sus vehículos forma una pared de luz alrededor de ustedes – un magneto para atraer buenas influencias y corrientes hacia ustedes y una vibración repelente natural para el mal de todo tipo.

 

Décimo: Disfruten amando a vuestra Presencia, Cuando el sentimiento de paz colme el alma, sabrán que están allí. Descansen en esa paz y atraigan las corrientes de luz y poder que requerirán para vuestros esfuerzos en el mundo de forma.

 

Décimo primero: Determinen concientemente dentro de ustedes mismos dar algo de su radiación de paz al prójimo.

 

Décimo segundo: La eficacia de todos los ejercicios espirituales está determinada por el ritmo de la aplicación. Cinco minutos diarios, al mismo tiempo, es mejor que dos horas un día y nada en el próximo.

 

 

 

 

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