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Cómo Rasgar el Velo de Maya

Por el Maestro Jesús, de El Puente,

Marzo 1974

¡Ser un señalador de caminos entre la gente es ser un viviente, respirante ejemplo de la Ley que afirma! Esta fue la instrucción que se me dio antes de tomar encarnación, y requirió la concentración de mi corriente de vida a través de todo el curso de esa encarnación, hasta convertirme en LA LEY que Yo afirmé. Durante los primeros años, cuando pasé por las iniciaciones en Luxor y fui capaz de usar el poder de la resurrección y atraer la vida, aún como un niño que era, Yo continua y constantemente hice la aplicación, como lo hizo mi madre, de modo que durante el tiempo de la madurez de mi misión, Yo pudiera recordar y ser capaz de realizar, ante la presencia de los incrédulos, eso que podía hacer con relativa facilidad en presencia de los individuos que ya habían experimentado la resurrección y sus actividades, en el Santo Templo de Luxor. 

Así, cuando Yo les hablo a ustedes que viven en el mundo, que van a sus negocios, cuyas actividades, que son parcialmente mezcla de lo espiritual y lo material, Yo sé que tienen la presión del mundo externo, y la mente de la masa, así como también la Divina Inspiración que reciben en vuestro santo santuario y dentro de tiempos secretos, cuando vuestros corazones y mentes están vueltos hacia nosotros. Una vez más les digo, ese infinito poder que late en vuestros corazones, ese infinito poder que es el Cristo siempre expandiéndose desde dentro de vuestros mundos, es más poderoso que todas las apariencias humanas, si sólo pueden creer que es así. ¡Yo sé que dentro de vuestras mentes quieren creer, con las almas quieren creer, pero existe aún tanto dentro del cuerpo etérico, tantas memorias a ser borradas que hay aún resistencia a aceptar plenamente vuestro divino poder para que se manifieste a través de ustedes en esta misma hora, para usar, sanar y mantener la vida libre! 

Lo que Yo hice, fue hecho después de muchas centurias de entrenamiento, pero ustedes también tienen muchas, muchas centurias de entrenamiento. Muchos han sido grandes Poderes de Luz en Edades de Lemuria y de la Atlántida, en los días de Buda, en mi propio tiempo fueron grandes centros magnetizadores y a través del propio corazón late el Regalo del Espíritu Santo y el de Divina Luz. Ese poder y momentum están aún dormidos dentro de ustedes, y aunque ahora aparenten ser, están siendo revivificados mientras continúan volviendo la mente y atención externas al hecho de que tuvieron, y aún tienen, una magnífica herencia que viene de Dios, porque son individuos creados a Su Imagen y Semejanza. 

USTEDES son individuos rodeados por una sustancia que es Su Cuerpo Viviente, y esa sustancia es obediente ¡porque Dios, el Padre y Madre de la Creación, han dicho que esa sustancia les obedezca! Esa sustancia espera ser moldeada en la forma de acuerdo con vuestros pensamientos, sentimientos, palabras habladas y gestos. 

¡Por tanto, ahora son los Hijos e Hijas del Más Alto! ¡Están investidos con el Poder del Más Alto Dios Viviente! ¡Ahora son Uno con el Padre! ¡Están encarnando e irradiando los Regalos del Padre, que, a su vez, les confió traer a este planeta Tierra! ¡Ustedes, una vez, así como yo mismo hice, se arrodillaron ante Él y dijeron que llevarían Sus Regalos a la gente de la Tierra! 

Estos regalos son las virtudes, las virtudes de la Gracia y la Sanación, del Perdón y de la Paz, de la Opulencia y del Entendimiento. Podríamos describirlos sin límites, pero aquellos poderosos y magníficos regalos son otorgados, diremos, a cada uno, como un regalo del Señor Maitreya - como el magnificente manto del Cristo que me fue dado - a fin de manifestar la perfección de divinidad aquí en el mundo de forma. El Señor Maitreya me dio el manto cósmico de su propio momentum reunido y que, junto a mi propia capacidad de prestar ciertos servicios que parecían milagrosos, sólo eran el uso de la ley natural. 

Aunque mi encarnación llegó y Yo logré la maestría que dejé como un ejemplo; y aunque otros han venido con gran luz; mientras haya todavía seres no ascendidos que usan los centros creativos de pensamiento y sentimiento para mover esta hermosa luz en una forma discordante, ellos mantienen una corriente de distintas cualidades de enojo y sufrimiento, y eso es todo lo que forma el velo humano. Es la agitación de la energía electrónica que han soltado los centros de pensamiento y sentimiento de la humanidad, así como también la palabra hablada y las actividades de los vehículos físicos, y donde hay unos pocos para sostener la paz, hay millones que no pueden aún mantener esa paz para ellos mismos.  

Mientras anclamos más y más del Divino Equilibrio y Divina Paz a través de vuestras propias llamas, expandimos y comenzamos a aquietar las energías de las cuales les he hablado (que es el Velo de Maya), y cuando ellas estén lo suficientemente quietas, no habrá velo. Será sólo hermosa luz electrónica y el aquí y el allí serán uno. 

Cada persona que se ha elevado en contemplación, que ha llegado a un grado de paz, que ha llegado al lugar de la concentración única de mente, que ha sido humilde y desinteresada en el servicio, ha alcanzado el punto de  penetrar a través del velo por un momento, y ha tenido la gloria de ver la Presencia, la Hueste Angélica y a los distintos miembros de su reino. Es la gran prueba traer nuevamente esa paz y bendición que reciben en tales momentos de elevación y dar esos regalos sin perder sus virtudes. 

Cuando sobre todo este planeta haya suficientes corrientes de vida para sostener la energía armonizada, sobre, en y alrededor de las grandes ciudades, actuará exactamente como el aceite en aguas turbulentas, y se tendrá el efecto de placidez en lugar de aquellos turbulentos mares. Estos grandes lagos de energía serán magnetizados y sostenidos por los estudiantes entrenados, y mientras los incrementan, tendrán el mismo efecto que los electrones, mientras se expanden y se reúnen – estos lagos de paz, crecerán hasta que las turbulentas aguas hayan sido enteramente aquietadas. Luego tendrán una atmósfera de Paz Cósmica Planetaria a través de la cual ningún descuido podrá existir nunca más.  

Vivimos para crear ese Reino del Cielo en la Tierra y lo creamos sólo estableciendo Paz, individual, colectiva y luego planetaria sobre la superficie de la Tierra. En la atmósfera alrededor de la Tierra existe este turbulento movimiento de energía del cual les hablo, y aún, en el medio de todo ello, una corriente de vida que volviera su atención hacia Dios, a mi mismo, o a cualquier ser divino, podría atraer suficiente paz para sostener el equilibrio para una comunidad, una ciudad, un estado o una nación. 

Yo he visto a mi madre atraer esa paz y sostenerla después de mi ascensión, cuando ella realizó ese maravilloso servicio de magnetizar las corrientes de luz desde mi propio cuerpo ascendido hacia el nuevo Orden Cristiano. Yo la he visto sostener esa paz, esa paz que ofrecemos, Yo les ofrezco y ella les ofrece. El gran Señor Gautama les ofrece nuestro poder para sostener la paz en pequeñas cosas, y luego cuando lleguen las más grandes, vuestro momentum ya habrá sido obtenido, vuestro patrón mantenido y habrán construido el hábito de sostener la paz. Un hábito es sólo la repetición de ciertas actividades hechas una y otra vez hasta que el momentum es construido. 

¿No es tiempo ahora de construir un hábito cósmico divino de perfectos seres, más bien que continuar en los hábitos de lo humano?  Pongamos en práctica los divinos hábitos y comencemos a ser hombres y mujeres en divino orden, trayendo paz a esta Tierra. Hagamos que nuestros hábitos sean más que sólo una vestimenta para cubrir las formas físicas, hagamos de estos hábitos una actividad de nuestra naturaleza, donde primero fue diseñada, el divino hábito de traer paz, el divino hábito de hablar palabras de naturaleza constructiva, el divino hábito de ver perfección, el divino hábito de negarse a entrar en la discordia. Muchos seres humanos han creado hábitos de naturaleza humana, ahora, ¡Yo los desafío a crear concientemente el hábito de la divinidad! 

En el nombre de la amada y bendita Presencia de Dios que los creó, en el nombre de mi propia madre, la Santa María, en el nombre de la vida y eterna luz, Yo los bendigo, pidiendo que sientan ese poder de resurrección que he traído y que sea para ustedes eternamente sostenido, todo poderosamente activo y siempre expandiéndose, de modo que en cualquier instante que sientan el requerimiento para más de ese momentum ya lo hayan atraído, sólo necesitan llamarnos, y la Gracia y Paz de Dios aparecerán al instante. ¡Dios los bendiga, amados seres!

 

 

 

 

 

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