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Discurso

Kwan Yin

Diciembre 29, 1994

Mis queridos amigos: 

Por favor, acepten mi amor y gratitud, mientras juntos nos concentramos plenamente con nuestra divina energía creativa en la sanación de nuestros hermanos y hermanas en la familia del hombre.

Muchos me conocen como la “Patrona de la casa”. Durante siglos he concentrado mis energías de sanación en los niños y sus familias, usando el Fuego Violeta para inspirar una expansión de las cualidades de misericordia, compasión y perdón en los padres y guardianes de cada familia unida. El foco de mi trabajo es suavizar el sendero de cada amado hijo, trabajando con la Madre María y la Señora Porsia, a fin de sostener el concepto inmaculado para cada uno, especialmente durante sus primeros años de vulnerabilidad física, mental y emocional.

Toda corriente de vida que encarna sobre la Tierra, lo hace por elección personal, y a niveles internos es agradecida por la oportunidad suministrada a través de la octava física. Cuando una corriente de vida se prepara para encarnar se establecen las bases por los muchos desafíos que llegarán. A cada persona se le permite estudiar sus pasadas vidas, incluyendo el pleno recuerdo del dominio de los cuerpos emocional y etérico en sus diarias experiencias terrenales. Las oportunidades del individuo son entonces cuidadosamente elegidas y examinadas. Sin embargo, desde las octavas de luz, mientras la corriente de vida permanece en el conciente abrazo de su Presencia YO SOY, las ocupaciones de la vida encarnada pueden aparentar ser fácilmente superadas. ¡Todo esto parece tan simple! 

Luego las bandas del olvido son colocadas sobre su frente, y rodeada por el divino amor y confianza en el Dios Padre-Madre, la corriente de vida desciende a través del velo de Maya,  hacia su vehículo físico. Este velo – el efluvio de la conciencia humana - tiene un efecto inmediato sobre la corriente de vida. Sin embargo, este es un período de tiempo durante el cual la memoria de las octavas de luz sirve para proteger al niño. Aunque el vehículo físico del recién nacido es dependiente, el espíritu está maduro. A pesar de ser incapaz de cuidarse físicamente, el niño mira al mundo a través de los ojos del amor, agradecido por la oportunidad de encarnar a través de sus padres terrenales. El infante conoce el verdadero valor y naturaleza de sus padres, y de los otros de su grupo familiar, reconociendo el hecho de que cada individuo ha acordado trabajar juntos por el bien más elevado, no sólo de cada uno, sino de toda la humanidad. 

A medida que el tiempo continúa, el niño es distraído por la necesidad de dominar su vehículo físico y adaptarlo a este mundo de forma, y su memoria comienza a nublarse. Más se concentra en las demandas del mundo físico, más fuerte es la influencia del velo de Maya, incrementando la oscuridad de los recuerdos que tiene de las octavas de luz. Amados seres, este es el período cuando, espiritualmente, la corriente de vida requiere de la mayor asistencia. 

Es por ello que elijo concentrar tanto de mi sustancia de vida a la sanación de las familias. El establecimiento de un fuerte momentum de Fuego Violeta en la vida de cada niño, comenzando en el nacimiento, puede proveer una tremenda influencia de protección, ofreciendo al Santo Ser Crístico de cada miembro familiar expandido acceso a la mente conciente. También, el contacto del niño con las octavas de luz puede ser mantenido hasta un gran grado, si es rodeado por el incondicional amor, aceptación y apoyo de todos los miembros familiares. 

Hoy, Yo desearía ofrecerles una oportunidad para participar en mi trabajo. Les pido que se centren dentro de la poderosa Llama Triple en vuestro corazón. Respiren profundamente y mientras lo hacen, sientan la vibración de la Conciencia del Cristo envolviendo todo vuestro ser. Entiendan que ustedes son el Cristo en acción, ¡AQUÍ MISMO Y AHORA MISMO! 

En el nombre de la Presencia de Dios, YO SOY, dentro de ustedes, invoco y afirmo vuestra unidad con el Cuerpo de Luz de este planeta. ¡Ahora están respirando, pensando, sintiendo y actuando como un cuerpo, una luz, una eterna llama de la Presencia de Dios YO SOY! Inspiren esta llama, y exhálenla, irradiando todo el poder, entendimiento y amor de nuestro Dios Padre-Madre, hacia toda la humanidad. 

Ahora, con la plena autoridad de vuestro Santo Ser Crístico, silenciosamente invoquen a una entera familia que conozcan personalmente. Quizás sea una familia que está en particular necesidad de sanación en este momento. Vean ante ustedes a los miembros de esta familia, parados en un círculo, tomados de las manos. Háblenle al Santo Ser Crístico de cada uno de ellos y díganle: “Amado ser, en el nombre y poder de la Presencia de Dios YO SOY, a través del Cuerpo de Luz de este planeta Tierra, Yo ahora TE BENDIGO, TE BENDIGO Y TE BENDIGO con la plenitud de todos los regalos del victorioso Fuego Violeta. Mientras esta sagrada llama resplandece, expandiendo dentro de este hijo de Dios las cualidades para efectuar perfecta sanación en cada parte de esta corriente de vida, su familia y el mundo entero. Así es, amado YO SOY”. 

Después de haber bendecido a cada miembro de la familia en esta forma, hagan una pausa por un momento y comiencen a percibir la sanación teniendo lugar ¡ahora mismo! Miren cómo el semblante de cada miembro de la familia se vuelve luz, pura y colmada de amor. ¡Observen, cómo la llama de la libertad se despierta en cada uno! 

Ahora, vean a la familia darse vuelta hacia fuera del círculo. ¡Vean cómo resplandece Fuego Violeta  desde los centros de sus corazones, mientras el regalo de sanación fluye para bendecir a los miembros de otras familias! Esta, amados chelas, es la realidad de la sanación. ¡Su energía fluye siempre de círculo en círculo, hasta que un día, muy pronto, toda la humanidad pueda ser LIBRE! 

¡Les agradezco, mis hijos, por el incesante trabajo en beneficio de la familia del hombre! ¡Los envuelvo en mi llama de misericordia, compasión y perdón, ahora y para siempre!

En amorosa gratitud

YO SOY Kwan Yin

 

 

 

 

 

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