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Templos Solares Abiertos este Mes

MAYO / JUNIO

Mayo 21 hasta Junio 21 

El gran Ser, cuya radiación y corriente recibiremos desde el Sol durante este período, es el Señor Maitreya. Él nos trae la Iluminación y el Entendimiento necesarios para manifestar la perfección y el Amor de nuestro Cristo Interior en nuestras vidas y mundos externos. Durante este período la energía liberada desde la constelación de Géminis es dirigida hacia la Tierra a través de Su Templo Solar.

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JUNIO / JULIO 

Junio 21 hasta Julio 23 

El gran Ser, cuya radiación y corriente recibiremos desde el Sol durante este período, es el amado Elohim Vista. Él dirige el pleno ímpetu de su poder de consagración dentro de nuestros seres, asistiéndonos a concentrar nuestras energías en el cumplimiento de nuestros planes divinos. Durante este período la constelación de Cáncer está en perfecta alineación con Su Templo Solar y dirige su radiación a través de el hacia la Tierra.

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Visualización 

Siguiendo el deseo de incrementar tu progreso espiritual, planeas salir por un pacífico y quieto fin de semana en una cabaña del bosque. Llegas a tu destino después de oscurecer y te acomodas en una muy suave y confortable cama. Al amanecer, te levantas rápidamente y, saludando al sol, realizas tu ritual de protección y purificación matinal. Después de completar tu preparación diaria notas que  estás ante un claro, frío y hermoso día. Después de un desayuno Espartano, te abrigas y sales por un solitario camino, a lo largo de un sendero bien señalado que ondula perezosamente a través del bosque. Todavía hay bastante nieve de la nevada del día anterior. El viento ha hecho que la nieve se acumule formando montones que debes evitar,  mientras prosigues a lo largo del sendero. 

Hay gran quietud en el bosque, y el silencio te trae un sentimiento de unicidad con los elementos. Los gnomos en la Madre Tierra parecen estar descansando a la espera de la señal de Amarilis,  Diosa de la Primavera, para asistirla a producir la gloriosa estación de renovación y renacimiento. Una suave brisa lleva los susurros de paz de los silfos del aire y la fresca esencia de los pinos llenan tu olfato. ¡Todo está en orden divino y tú estás en paz con el mundo! 

En lugar de continuar a lo largo de este bien señalado sendero, sientes el deseo de descender por una senda que baja directamente al riachuelo. Así, comienzas a descender cautelosamente hacia el helado riachuelo viendo un nuevo sendero a tu derecha. Al escuchar las palabras: “No temas” sigues tu guía interna y vuelves hacia este estrecho sendero que ondula a lo largo del lecho del riachuelo y a través del bosque, finalizando en la puerta de un jardín que parece estar en un profundo sueño bajo la cubierta de la nieve recientemente caída. Dudas ante la puerta, y  no deseas pasarla, pero la misma pequeña voz interior te impulsa a entrar. Pasas bajo una pérgola, que está pacientemente esperando la tibieza de la primavera y el despertar de sus enredaderas. 

Más adelante ves una extraña puerta. Cuando te aproximas, la puerta se abre y  entras en una exquisita hermosa cámara. ¡Nunca antes has visto una sala con paredes ni pisos como estos, con tan magnificente mármol blanco con vetas de todos los tonos de rosa! Lo que ven tus ojos es tan hermoso que reverentemente te quitas los zapatos, y sientes que verdaderamente estás en “tierra santa”. Antes de reaccionar, otra puerta se abre, y vas hacia la próxima cámara con una fuente hecha de un material parecido al oro puro. A medida que caminas dentro del perímetro de la fuente, surgen resplandecientes llamas violeta, que te rodean y te  bañan en la purificadora esencia de misericordia, compasión, amor y liberación. ¡Es un maravilloso, excitante sentimiento! Todos los pensamientos negativos, memorias y sentimientos que has tenido a través de los años son ahora suavemente transmutados y no tienes que llevar más esas cargas. 

Cuando las Llamas Violetas decrecen, aparece un Ser de Luz que te entrega una túnica. Está hecha de un material sedoso, suave y lujoso, blanco puro, que sin embargo resplandece con una radiación rosada,  y agradeciéndola, te cambias de ropa. La túnica no tiene costuras y te cubre desde el cuello hasta los pies. También tiene una capucha para cubrir la cabeza, si lo deseas. No hay tiempo para continuar admirando su belleza, porque eres rápidamente guiado a otra cámara por el mismo Ser de Luz. La nueva cámara está hecha del mismo material pero, a diferencia de la anterior, es perfectamente redonda, con una cúpula muy alta. En medio de esta espaciosa sala, hay una magnificente mesa redonda de palisandro, con siete sillas totalmente talladas a su alrededor. Todas, menos una, están ocupadas y te escoltan rápidamente  hacia ella. 

A medida que tus ojos se adaptan a la luz de la cámara, ves a algunos miembros de este pequeño grupo y silenciosamente reconoces su presencia.  En un grande y confortable sillón frente a tí, se sienta un alto, radiante Ser de Luz. Él sonríe y de inmediato entiendes que es Æolus, el Espíritu Santo. Te inclinas profundamente con amor y respeto y en reverente admiración y silenciosamente te sientas. Una suave campana suena tres veces, y la mesa repentinamente es colmada con delicadas, exquisitas, aromáticas pequeñas frutas, que desconoces. Se hace una plegaria, bendiciendo el alimento y a aquellos que compartirán esta abundancia. El Santo Æolus, con un movimiento de cabeza, te indica que te sirvas de los bols que ahora están siendo pasados. 

Notas que cada uno tiene inscripciones escritas en dorado. Cuando te lo entregan te sirves una pequeña porción de fruta y comienzas a leer las palabras impresas en cada uno de ellos: “amor, alegría, paz, contento, paciencia, bondad, generosidad, fe, gentileza, y pureza”, silenciosamente te dices, “estos son los frutos del Espíritu Santo”. Nunca habías probado tan exquisita fruta, tan delicadamente dulce y suave. Cuando tú y los otros participantes de esta fiesta han comido, le traen un dorado cáliz al Santo Æolus.

Él bendice la copa y la pasa a su derecha. Cada uno de los presentes bebe de la copa y luego la pasa. Cuando el cáliz llega a ti, debido a su delicada esencia, sabes que debe ser el néctar de los dioses. Mientras sorbes este delicioso líquido un sentimiento de renovación fluye y colma todo tu ser y agradeces este regalo. Después que todos han participado, la campana, una vez más, suena tres veces, señalando que la comida ha finalizado. 

Tu anfitrión se levanta, y cada uno hace lo mismo mientras se inclinan ante el Santo Æolus y  Él se prepara para despedirlos. Cuando te toca a ti, y te aproximas a la luminosa figura del Santo Æolus, Él te abraza cálidamente y te besa en ambas mejillas y en el chacra de tu tercer ojo. Sonríe una vez más y luego te entrega una exquisita rosa rosada, porque te has convertido ahora en un discípulo del Espíritu Santo. Temblando ligeramente ante la importancia de este momento y  lo sagrado de la ceremonia, sonríes con suavidad y te inclinas profundamente ante este augusto Ser. Cuando te yergues, te das cuenta que has retornado al sendero en el bosque cubierto de nieve, completamente vestido, con botas y todo.

Te das vuelta pero nada encuentras de lo experimentado, sólo el sonido de la brisa silbando a través de las desnudas ramas de los árboles. Dudas de la realidad de las pasadas horas y rápidamente encaminas tus pasos a través del bosque hasta la cabaña. Al llegar, te das cuenta que estás apretando algo en tu mano derecha. Miras y ves que aún sostienes una exquisitamente hermosa rosa rosada, delicada y fragante, no afectada por el frío. Elevas esta hermosa flor, y bebes profundamente de su gloriosa fragancia, mientras sonríes, abres la puerta de tu cabaña y te preparas para volver a casa.

 

 

 

 

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