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Discurso

Madre María

Abril 3, 1994

Mis Amados Hijos:

Yo llego en esta mañana desde el interior del Sagrado Corazón de Nuestra Madre Divina, y los envuelvo en la plenitud de Su Reverente Amor. A través de las edades,  el poder de este Amor ha hecho posible que la perfección de la Mente Divina se manifieste en la Tierra. Yo ahora comparto con ustedes la fortaleza de Su Amor, para que   puedan compartirlo unos con otros en los días a llegar.

El Amor de nuestro Dios-.Madre por Sus hijos, es puro y visionario. Sobretodo, es la pureza del Amor de Madre el que inspira Su visión de perfección. Es esta percepción de perfección  a la cual  Nosotros nos referimos como “Concepto Inmaculado”.

Se me permitió sostener el Concepto Inmaculado para el Amado Jesús durante los años de Su vida llevada hasta la resurrección. Durante Sus tempranos años, la tarea fue comparativamente fácil- porque ¿qué madre  no reconoce y protege la pureza y perfección de su hijo? Cuando Jesús creció hasta su mayoría, especialmente después de la transición de mi amado José, Mi responsabilidad creció más desafiantemente. La conciencia masa puso creciente presión sobre Mi Hijo y Sus discípulos. Las multitudes se volvieron más caóticas, y los líderes religiosos más violentos en sus subversiones. Todavía, Mi tarea proseguía – sostener el Concepto Inmaculado del manifiesto Cristo - en  la plena fe de que los eventos  en el mundo de forma no tendrían poder para afectar  la Conciencia Crística.

Luego llegó el tiempo de los sufrimientos - la crucifixión. Juan y Yo subimos la colina ese día, hacia la forma de Mi Hijo en la cruz  - ¡y, por primera vez en años, Yo temí llegar a  ser incapaz de completar mi misión! ¡Oh, amados seres,  sostener a Mi Hijo en ese momento! En todos mis años  como Madre del Cristo – esta fue mi última  prueba. Yo había sido cuidadosamente preparada para este momento, antes y durante mi encarnación. Como una pequeña niña, Yo había sido bien instruida en las escrituras. Yo conocía las antiguas profecías por dentro y por fuera- y la crucifixión había sido meticulosamente predicha. Sin embargo, ante la realidad de Mi Hijo en la cruz- Yo sentí la perturbación de la propia duda por primera vez.

¡Ni por un momento Yo dudé  de la perfección del Plan! ¡Ni dudé  de la divinidad de Mi Hijo! No- Yo dudé de mi propia habilidad para ver a través de la apariencia externa  la realidad interna.

En ese momento de desesperación, la suave Voz de nuestra Madre-Dios susurró en mi oído. Ella dijo sólo una palabra, sin embargo Su Esencia me envolvía y me colmaba. ¡La palabra que ella susurró fue, “AMOR”!

Fortificada por Su Presencia, Yo pedí recordar la Verdad. El poder de Mi deseo de servir  re-alineó Mi vibración con el Sagrado Tono de Amor, y las escamas cayeron de mis ojos. ¡Yo vi  que no estaba sola! Detrás de Mi Yo sentí la elevadora presencia del Arcángel Gabriel, mi amigo de las edades. ¡José estaba a mi lado-Yo sentí que él tocaba mi brazo! ¡Y allí - sobre la cruz – Yo contemplé el Cuerpo Luminoso del Amado Maitreya, el Cristo Cósmico! Al fin, Yo pude inspirar otra vez el aliento del Espíritu Santo, y Yo supe que podría cumplimentar mi promesa.

En el momento Yo fui capaz de ver a través de la forma de Mi Hijo en la Cruz  la perfección del Cristo interno, ¡Yo supe que Él sostenía la victoria de las edades en Su entendimiento! Mi Amor se derramó desde  Mi Corazón en un  poderoso torrente de luz, y Yo sentí a Jesús decir, “¡Esto está terminado!” ¡Y así fue!

Amados, ¡Yo comparto esta experiencia con ustedes, para fortificarlos y darles coraje mientras van hacia el cumplimiento de vuestros  votos de servicio! Nadie conoce mejor que Yo, el desafío presentado a la no desarrollada conciencia, cuando es llamada a mirar en y a través de las profundidades de la ilusión. ¡Yo veo vuestras luchas como propias dudas, y les traigo el recuerdo de la Verdad!

¡La alegría de vida está en el sobreponerse! ¡La plenitud de la maestría es alcanzada a través de los desafíos  y victorias de la vida diaria! ¡Esto es verdad – no sólo para el chela conciente, sino para cada hombre y mujer  de la raza! La conciencia masa construye la cruz. ¡El Cristo la tira abajo y usa sus maderos para  encender el Fuego Sagrado!

Sostener el Concepto Inmaculado para ustedes mismos y los otros, se relaciona con una cierta humildad de conciencia.  La propia duda se vuelve imposible cuando ustedes saben en vuestro corazón  que “¡el Padre en su interior hace Sus trabajos!”

¡Yo ahora les doy a vuestro cuidado la fortaleza del Amor de Nuestro Dios Madre por  Sus hijos! Mientras habitan dentro de este Amor, son imbuidos con Su pureza, Su visión y Su fortaleza. ¡Si lo usan sabiamente, este Amor guiará a cada uno de vuestros hermanos y hermanas en las persecuciones de la experiencia humana, dentro de la perfección del Santo Cristo! ¡El milagro de la resurrección  es la victoria del Amor! Es la  realización del logro victorioso de la Divina Mente sobre la conciencia masa.

Nosotros nos reunimos esta mañana para celebrar la elevación del  Hijo en cada corazón humano. ¡Estamos reunidos en conciencia  con todos los chelas del mundo manifestando  un unificado Cáliz de Conciencia, lleno hasta desbordar con el amor del Cristo!

La percepción de la conciencia Crística como el derecho de nacimiento de cada ser humano,  está ganando una dilatada  extensión y más amplia aceptación dentro de los corazones y mentes del hombre.  Este ha sido un largo camino desde la colina del Gólgota, donde Yo oré ante  la cruz de Mi Hijo. Así como Yo oré  por Él entonces, Yo oro por cada uno de ustedes ahora - ¡sabiendo que la Resurrección  del Hijo de Dios dentro de ustedes podría manifestarse sobre la Tierra, para la mayor gloria de nuestro Padre-Madre Dios!

¡Yo los amo, mis amados hijos!

Madre María

 

 

 

 

 

 

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