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Invocación

¡Amada Presencia de Dios “YO SOY”, eterno Origen de la Única Luz, en Tu Nombre y Autoridad invocamos la radiante acción del cristalino Rayo de Esperanza y Pureza para que se exprese a través de nosotros ahora! Envueltos en el elevador poder del Cuarto Rayo de Dios, invitamos e invocamos la Presencia y asistencia del amado Arcángel Gabriel y la Señora Esperanza y todos los Seres Cósmicos y Ascendidos que sirven a través del Templo Etérico de Esperanza. 

Amados Señor Gabriel y Señora Esperanza, nosotros – los chelas de El Puente a la Libertad Espiritual – nos ofrecemos en servicio para toda vida en nuestro querido planeta Tierra. ¡Purifiquen nuestras copas de conciencia con vuestra radiante Llama, así podemos despertar en toda la humanidad una conciencia que conozca al Cristo Interno! Utilícennos para bendecir a la humanidad con la eterna Esperanza de Gloria a través de la incrementada consagración a la Triple Llama que mora en el interior. Permítannos, en plena conciencia de nuestra Divinidad, ser una puerta abierta a través de la cual las instrucciones y bendiciones de las Octavas de Luz puedan fluir para los hijos de la Tierra. 

Nosotros los bendecimos y agradecemos por unirse a nuestro servicio y aceptamos este llamado cumplido aquí y ahora, ¡en el Más Sagrado Nombre de Dios, “YO SOY”! 

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Decreto

¡En el Sagrado Nombre de la Presencia de Dios “YO SOY” anclado en cada corazón humano, invocamos al Rayo de Esperanza desde el Corazón de nuestros Dioses Padres para que lo hagan RESPLANDECER (X3) a través de las conciencias de cada hombre, mujer y niño sobre la Tierra aquí mismo y por siempre sostenido! 

Decretamos que la Llama de Esperanza sea anclada en cada corazón, resplandeciendo a través de toda apariencia externa hasta que la perfección sea restaurada en toda vida. 

RESPLANDEZCAN a través de nuestros cuerpos etéricos, reemplazando todas las memorias de imperfección con la eterna Esperanza y gloria de Dios. 

Resplandezcan a través de nuestros cuerpos mentales, restaurando la expectativa del Bien de Dios en todas las circunstancias de nuestras vidas. 

Resplandezcan a través de nuestros cuerpos emocionales, trayendo confort a nuestros mundos de sentimientos y confianza en el Amor de Dios para satisfacer cada una de nuestras necesidades. 

Finalmente, ¡RESPLANDEZCAN a través de nuestros cuerpos físicos, manifestando la radiante salud y armonía del perfecto Plan de Dios para todas y cada corriente de vida en la Tierra, aquí mismo y eternamente sostenida!

¡ASÍ ES AMADO “YO SOY”!

 

 

 

 

 

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