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Conferencia de Pascua

Señor Maitreya

Marzo 28, 1991

 

Amados de Dios 

Los saludo hoy con todo el Amor de nuestro Dios Padre-Madre. Por siglos ha sido mi privilegio y honor sostener vuestra amada Llama Triple dentro de mi aura, energizándola y sosteniéndola firmemente, aún cuando pareciera como si ellas pudieran parpadear como meras chispas a través de la falta de atención del hombre externo. ¡Vuestros Dioses Padres los aman a tal extremo que me ha sido permitido dedicar mi propia Vida a mantener vivas vuestras Llamas a través del Poder del Amor! 

Desearía recordarles el propio inicio de la Sagrada Triple Llama que mora dentro de vuestro centro-corazón. Antes de la venida de Sanat Kumara, la Luz dentro de la Tierra había disminuido a tal extremo que en los corazones de los miembros de la raza moraba sólo la más diminuta chispa de Divinidad. Sin embargo ante los ojos de Sanat Kumara, eso fue suficiente. Mientras se preparaba para descender al plano Tierra envió a tres de sus grandes hijos, uno llevaba la Llama del Amor, el segundo, la Llama de la Sabiduría y el tercero la Llama del Poder. Cuando todo estuvo preparado para la llegada del Gran Señor, una parte de cada una de las Tres Llamas Sagradas fue implantada dentro de las diminutas Chispas en los corazones de cada miembro de la raza humana. ¡Así fue el comienzo del Equilibrio de los Tres Aspectos de Dios dentro de cada uno de ustedes! ¡Es tal el Perfecto Amor de Sanat Kumara, y sus tres grandes hijos, que permanece en la Tierra hasta hoy, y que ha prometido asistir a los hijos de la Tierra, hasta que el último miembro de la raza humana ascienda hacia la Divinidad desde donde vino! 

¡Ustedes saben que el Amado Señor Gautama y Yo somos también los hijos de Sanat Kumara – aunque adoptados – y somos tan agradecidos que Yo ni siquiera podría intentar poner esto en meras palabras! ¡Sin embargo quiero volver a encender dentro de vuestros corazones esta misma gratitud y amor, porque así como YO SOY para el Gran Señor, así queridos chelas lo son ustedes! ¡Consideren esto en las profundidades de vuestros Seres hasta que entiendan la intensificación de Amor, Sabiduría y Poder que tal realización trae a las Llamas de vuestro Sagrado Corazón! 

Ante la Luz del Espíritu, verdaderamente no existe diferencia para un particular Ser Espiritual, entre ser “nacido” o ser “adoptado” por tal Ser. Cada conciencia individualizada que es creada por Dios y se convierte en un alma viviente, es un Hijo o Hija de Dios, y es amado por Dios sin importar el parentesco individual desde el cual esa corriente de vida se manifestó. De la misma forma debe ser entre la gente de la Tierra. Todos los niños también son vuestros hijos. Esto debe ser entendido e intensificado hasta que vuestras auras se expandan y se expandan, así como la mía propia, para abarcar a toda vida que more dentro de vuestra esfera de radiación. 

¡Y ahora si sólo tuviera palabras para expresar el gozo que siento cuando veo vuestras Llamas de Corazón arder tan brillantemente debido a vuestro propio uso conciente de las Divinas energías dadas! ¡Realmente hoy ustedes son un gozo para observar! 

Hace muchos siglos, cuando Sanat Kumara envió su llamada a la Tierra, buscando Espíritus que pudieran querer trabajar mano a mano y codo a codo con Él para redimir a la humanidad, mi hermano Gautama y mi humilde ser fueron dos Espíritus en el planeta que estaban deseando responder y comprometerse en ese tiempo. ¡El Amado Gautama y Yo teníamos poco conocimiento entonces, de la inmensidad de la tarea que estábamos por emprender; ni tuvimos tampoco ninguna idea, realmente, de cuán solitario el trabajo podría sentirse algunas veces! ¡No obstante, trabajamos juntos entonces, y trabajamos juntos aún! 

Recuerden, también nosotros estábamos atados por el mismo peso de las vestimentas físicas bajo las cuales ustedes actualmente trabajan, y por encarnación tras encarnación permanecimos detrás del mismo velo de maya que actualmente limita vuestra visión. Sin embargo, fuimos Los Espíritus Guardianes en el planeta y así la perseverancia se volvió nuestra contraseña y tema. 

Cuando estábamos encarnados, nuestras vidas pasaban hora tras hora y día tras día, así como las vuestras ahora. Nosotros también tuvimos que superar la ilusión de la apariencia externa, una situación por vez. Con cada errónea apariencia conquistada, con cada átomo de energía re-calificado, con cada oportunidad usada para incrementar la Luz de nuestro Dios Padre-Madre sobre el planeta, nuestro conocimiento creció firmemente y nuestras Llamas del Corazón ardieron más brillantes, hasta que por fin, probamos que éramos verdaderamente Maestros de nuestra propia Energía. ¡Así fue como el Amado Gautama y Yo logramos nuestras ascensiones!  

¡Así será para cada uno de ustedes!

Maitreya

 

 

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