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Asimilación y Expansión

Del Patrón Electrónico

Abril 1992

 

EL TEMPLO DE LA RESURRECCIÓN

PATRÓN ELECTRÓNICO: Visualicen un Puente de Cristalinos Rayos de Luz resplandeciendo desde el Templo de la Resurrección, envolviendo a cada corriente de vida esperando encarnación, dentro de una resplandeciente esfera Madre Perla, consagrando a cada uno en el cumplimiento de su Divino Plan.

Arcángel Rafael

Amados Amigos:

Los saludo desde dentro del Sagrado Corazón de Amor de Dios y los envuelvo en mi pleno momentum reunido de Consagración a la Luz de Dios. En esta Luz encontrarán cada fuerza y virtud necesarias para impulsarlos hacia arriba en vuestro sendero. 

Les hablo hoy desde el poderoso Templo de la Resurrección, donde mi amada María y Yo servimos como Jerarcas. Hace muchos años, el Arcángel Gabriel, Patriarca de este Templo, me pidió unirme a Él aquí en servicio a la humanidad. El propósito, detrás del propósito de Gabriel, fue para asociar más íntimamente la acción de su llama de la Resurrección con mi Rayo de Consagración. Fui honrado por su invitación y agradecido por servir con Él y hemos combinado nuestras fuerzas desde ese momento. 

Desde este Templo, los Ángeles de la Llama de la Resurrección sirven codo a codo con los Ángeles de la Consagración. Cuando sale una llamada desde el mundo de forma para la acción de la Llama de la Resurrección en una corriente de vida, estos Ángeles van en pares para realizar el servicio requerido. Un Ángel de las Legiones de Gabriel enciende la Llama de la Resurrección en, a través y alrededor de la Llama del Corazón, reforzando ese fuego interno hasta el punto en que Ella puede ser sentida en los cuatro vehículos inferiores de la corriente de vida. Al mismo tiempo, un Ángel de la Consagración va a trabajar específicamente sobre los vehículos mental y emocional, esforzándose en sostener despierto el reconocimiento durante suficiente tiempo como para establecer un momentum de atención. Es sobre este momentum de atención el que Yo desearía discutir hoy con ustedes, porque se requiere establecer la verdadera naturaleza de la Consagración. 

En la mente de la humanidad, la Consagración, con frecuencia, es igual a la cualidad de devoción. De hecho, la devoción es sólo un atributo de Mi Llama. La Consagración es un momentum que resulta de la naturaleza magnética del poder de la atención. Es la precipitación rítmica de las cualidades sobre las que la atención se fija y el subsiguiente enlace de la corriente de vida con aquellas cualidades. 

Aquellos entre la humanidad que están familiarizados con la Ley de Causa y Efecto, saben que el hombre está incesantemente involucrado con la actividad de creación. Cada pensamiento, palabra, sentimiento y acción salen como una causa y el efecto resultante es una creación. Para la humanidad no despierta, la creación del momentum que resulta en la consagración es – en la mayor parte – un proceso inconciente. Aún seducidos por las intrigas del mundo de forma, las corrientes de vida no iluminadas se consagran – a través del poder de su atención – a las manifestaciones positivas o negativas que los rodean. No entienden que las manifestaciones a las cuales están consagrados son, de hecho, los efectos de las causas que han fijado mediante sus pensamientos, sentimientos, palabras actos y respuestas. 

El individuo que es atrapado en este círculo puede gastar muchas encarnaciones en tal actividad no productiva, hasta que es llevado ante la acción de la poderosa Llama de la Resurrección. Ella trae la Luz de Dios y la Divinidad de la Vida a la atención de toda la humanidad. La Llama de la Consagración entonces se esfuerza en sostener la atención sobre la Luz de Dios y la Vida hasta que un momentum suficiente pueda ser construido para crear una consagración conciente. 

¡Ustedes pueden rápidamente ver por qué la Consagración a la Luz de Dios es un proceso continuo! Cada corriente de vida es reconsagrada una y otra vez, y otra vez, hasta que la consagración se vuelve una constante, conciente declaración de santidad, hecha por la corriente de vida en respuesta a cualquier y toda ilusión. 

Un simple decreto puede ser de mucha ayuda en vuestros diarios esfuerzos para construir un momentum de Consagración a la Luz de Dios. Les pido que aprendan el siguiente decreto, sobre el cual pueden llamar bajo todas y cualquier condición: 

“¡YO SOY consagrado a la Única Luz y la Única Verdad, la Eterna Presencia de Dios, YO SOY!” 

Hay un dicho que todos conocen, que significa encomendar algo a la memoria, “aprender con el corazón”. Cuando verdaderamente aprenden algo “de corazón”, se vuelve una parte real de ustedes mismos y al cual pueden siempre llamar. ¡Cada vez que la atención se diversifica con la ilusión externa, recuerden que vuestro corazón está consagrado a servir a la Luz de Dios que está siempre y es eternamente victoriosa! 

A este fin, el amado Gabriel se une a mí para pedir que incrementen las llamadas al Séptimo Rayo, a fin de disolver y transmutar todos los momentums negativos perpetuados por la humanidad a través de los siglos. ¡Luego invoquen a los Ángeles de la Resurrección y la Consagración de nuestro Templo para aisistirlos a reemplazar aquellos momentums con la Consagración a la Única Luz! ¡Así la creación de la Divina Conciencia se acelerará dentro de los corazones y mentes de toda la gente, apresurando a la Tierra en su viaje a Casa! 

Con Amor y Gratitud por cada llamada vuestra a la Luz,

YO SOY Rafael.

 

 

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