19
Visualización
Después de hacer el trabajo preparatorio de protección y purificación, entran a un estado de profunda meditación, completamente relajados pero con plena conciencia de lo que está pasando a vuestro alrededor. Respirando con suavidad y cerrando los ojos, van profundamente dentro del centro corazón, ese punto interior de total balance y paz. Descansando allí por unos pocos momentos ahora abren los ojos y se encuentran rodeados por siete hermosos Ángeles, uno de cada uno de los Siete Rayos.
El Ángel del Primer Rayo coloca un brillante zafiro azul en vuestra mano izquierda y sienten su potente poder de protección y fe transferido a ustedes desde esta gema. Ahora ponen el zafiro en la mano derecha y al hacerlo, el Ángel del Segundo Rayo se acerca y coloca una gema dorada en vuestra mano izquierda. Su belleza es incomparable a cualquier gema que hayan visto antes. Cuando ponen la gema en la mano derecha y la cubren con la izquierda reciben el conocimiento y la iluminación necesarios para el viaje de este día.
Ahora el hermoso Ángel del Tercer Rayo se aproxima y pone alrededor de vuestro cuello una dorada cadena con un relicario con forma de corazón. Cuando lo abren y guardan allí los otros dos regalos, se irradia el puro Amor Divino en, a través y alrededor de ustedes.
Los Ángeles del Quinto, Sexto y Séptimo Rayos se acercan uno por vez y tomando el relicario en sus manos, lo abren y ponen dentro una brillante gema del color del Rayo que representan. Cuando el Ángel del Séptimo Rayo cierra el relicario, él coloca su mano sobre vuestra frente, dándoles una bendición. Luego tomando vuestras manos, suavemente los atrae y los abraza rodeándolos con su propia esencia.
De pronto se encuentran sosteniendo la mano de un Ángel del Cuarto Rayo y comienzan vuestro viaje en un sendero que no es familiar. Muchos de los paisajes y construcciones son lugares donde han trabajado, estudiado y jugado, no necesariamente en esta vida, sino durante muchas vidas. Comienzan a pensar sobre lo que han hecho en las pasadas encarnaciones. Todo se vuelve muy claro en vuestra mente. Sin palabras, el Ángel a vuestro lado conversa con ustedes y discute las distintas elecciones que han hecho en las encrucijadas de las muchas vidas que han tenido.
Se vuelven muy concientes de las lecciones que han aprendido, de la ayuda que le han dado a otros y aún del perdón que ahora sienten por aquellos que les pueden haber hecho cometer errores en el pasado. Comienzan a sentirse rodeados dentro de un aura de perfecta armonía y paz.
Colmados de felicidad y gozo no similar a lo que siempre han conocido, se encuentran de pie ante un esplendió Templo de mármol blanco. Hermosos jardines y fuentes abundan por donde miren. Pájaros de todas clases se unen en una canción dándoles la bienvenida a este sagrado lugar.
De inmediato son recibidos por varios asistentes que los acomodan en un departamento privado, donde se bañan y se cambian con togas de finísima seda blanca y calzan sus pies con doradas sandalias. El aroma de fina madera colma el aire y dejan el apartamento en búsqueda de su origen. Entrando a un magnífico salón de banquetes encuentran a otros vestidos como están ustedes, compartiendo una gran fiesta. Se están tocando varios instrumentos musicales, llenando el salón con hermosas melodías. Nadie habla, sólo es evidente el amor y el gozo sentido por todos.
El silencio ahora retorna al salón y todos miran la puerta por donde entra un Gran Ser de Luz. No hay palabras para describir adecuadamente su majestad y poder, pero cada uno de los presentes se arrodilla en reverencia ante este excelso Ser.
Él se mueve a través del salón saludando y dando la bienvenida a
todos los que están allí, inclinándose para ayudarlos a ponerse de
pie, se para en el centro del salón y comienza a hablar, rompiendo
el silencio que previamente lo colmaba. Sus palabras comandan
autoridad y sin embargo contienen una gentileza que nunca habían
escuchado o sentido antes.
Las palabras son habladas desde el corazón y escuchadas por todos
mientras las dice: “¡No teman! Yo he estado donde ahora están
ustedes. Yo tomé la responsabilidad por mis acciones e hice las
elecciones necesarias para realizar el trabajo por el cual Yo he
venido. Les pido ahora que recuerden por qué tomaron encarnación.
Ninguna otra persona puede hacer el trabajo por ustedes. ¡Una vez
más Yo digo “No teman porque Yo estoy con ustedes. Sepan que estaré
siempre con ustedes, como lo harán todos mis Hermanos y Hermanas en
los Planos Ascendidos!”
“Todos necesitan hacer las llamadas. Lleven este conocimiento con ustedes y retornen a vuestro mundo. Hagan lo que ha sido ordenado y sepan que Yo los amo y espero el día en que retornen al hogar por última vez.”
Mientras estas palabras permencen dentro del salón de banquetes, una purificadora, elevante Llama Cristalina asciende en forma de espiral desde el piso más abajo de los pies, envolviendo a este Poderoso Ser dentro de su Llama hasta que Él no es más visible a vuestra vista.
Sintiendo nuevas Fuerzas y Libertad dentro del corazón, se dan cuenta que ahora tienen la fortaleza y la fe en ustedes mismos para realizar lo que han sido llamados a hacer. Experimentando un renovado deseo de volver a vuestro hogar y de comenzar a trabajar, ven que ahora tienen las mismas vestimentas que cuando comenzaron el viaje. Cerrando los ojos, respiran profundamente y cuando están preparados los abren y encuentran que han retornado al punto desde donde comenzaron el viaje.