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Meditación

Así como el invierno le da la bienvenida a la primavera, ustedes desean renovar las promesas de Consagración, para dedicarse a servir al Planeta Tierra hasta que toda vida sobre Él sea libre. 

En preparación, visten la armadura de Luz y luego caminan hacia el Fuego Violeta para disolver y transmutar todo lo que sea menor a la Perfección de Dios. Permaneciendo dentro del Fuego Violeta, ven a los Ángeles de Rafael descendiendo a través de la atmósfera. Ellos los rodean y los envuelven totalmente, de modo que sienten su completa maestría sobre todas las apariencias humanas, los deseos y sentimientos, aguardando el momento para poder irradiar su presencia dadora de paz. 

Entendiendo que esto requiere la conciente cooperación de los cuatro vehículos inferiores, ustedes se concentran en la Llama Verde de Consagración y Sanación de Rafael. Ven y sienten su actividad dentro de vuestros vehículos. Ahora ven al Amado Arcángel Rafael ante ustedes. Él suavemente los envuelve, ungiendo los cuatro vehículos inferiores con la sagrada esencia sanadora de la Consagración. Todos los pensamientos, sentimientos, acciones y memorias son restaurados a su original perfección. 

Permaneciendo en perfecta Paz, ven una deslumbrante Esfera de Luz con Radiación Madre Perla que desciende dentro de la atmósfera sobre ustedes. La Madre María sale desde la deslumbrante esfera y sienten su gentileza, gracia y poder mientras se para ante ustedes. Se arrodillan ante Ella sintiendo gratitud por vuestra vida y saben que Ella siempre sostendrá el patrón de perfección – a través de toda apariencia externa – para ustedes y toda la humanidad. 

Sabiendo que nunca olvidarán la experiencia que han tenido, permiten que la conciencia retorne a la ubicación física y – envueltos en el aura de completa consagración a la Luz de Dios que es eternamente victoriosa – prometen sostener el Concepto Inmaculado para Toda Vida hasta que la Realidad se manifieste. 

¡ASÍ ES, AMADO “YO SOY”!

 

 

 

 

 

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