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A lo largo del Sendero

“Dame las Peticiones de tu Corazón”

Madre María

Agosto 1959

Benditos, amados hijos de mi corazón, ustedes que caminan ahora como Jesús hizo hace largo tiempo sobre el mismo Sendero hacia la Victoria y permanente Logro Divino, Yo los amo, envolviéndolos siempre en el abrazo y radiación de la efusión de la Madre cósmica, porque para mí ustedes no pueden cometer errores. Existe sólo la resplandeciente luz de la Inmortal Llama dentro de vuestros corazones, la cual chispea e irradia de modo que las Observadoras Silenciosas de las vecindades, en las cuales ustedes habitan, ven esa Luz y saben que en la Tierra todavía hay luz en los corazones de los seres no ascendidos. 

¡Oh, amados seres, el sagrado tabernáculo de vuestro corazón, modelado por mí misma a Niveles Internos, dentro del cual late esa magnífica Santa Llama Crística, ante la cual se inclina todo Ser Cósmico, Ser Divino, Ángel, Serafín, Querubín! Esa es la Verdadera Expresión de Dios en la Tierra, esforzándose para manifestar a través de millones de almas en encarnación y particularmente aquellos por quienes hemos dejado a un lado el tiempo seguro, el velo de maya, para traerles nuestros Personajes y nuestro Amor, nuestras experiencias y nuestras propias pruebas y superación en el uso de la Única ley, esa ley que es la externalización del Puro Amor Divino – una cualidad positiva en el extremo de la cual está la absoluta Maestría de toda la energía y sustancia en la atmósfera más baja de la Tierra. Ese Amor, amados seres, está ya vivo dentro de ustedes y sólo requiere el aliento de nuestro Amor para expandirse y expandirse a través de ustedes a fin de dar una sostenida bendición de gracia, no sólo a vuestros propios vehículos inferiores y a vuestros seres amados sino a toda vida por todas partes. 

El Amor no es impreciso ni efímero. El Amor es una de las cualidades más positivas en este universo. Su poder cohesivo sostiene a los átomos en su lugar, sostiene a la Tierra en su órbita y a las Estrellas en el cielo, sostiene la propia sustancia que forma vuestro cuerpo físico en su propia medida y mantiene a todo el sistema planetario y la galaxia en un rítmico movimiento -  hacia adelante – hacia una mayor Luz y más expresión de perfección. Ese es el poder Cohesivo de Divino Amor, un Amor que puede mantener dentro de los límites de esta Tierra y su atmósfera a diez billones de corrientes de vida de modo que ellas no vuelen hacia el espacio externo, siendo atrapadas en las lejanas Corrientes Cósmicas, más allá de lo que su desarrollo pudiese durar. 

Es el Amor de Virgo, ella misma y el amado Pelleur y Amarilis que les da la gloria de la primavera, el suave manto de hierba, el poder resucitador de la Tierra. Es el Amor de los amados Neptuno y Lunara que les da las limpias propiedades del elemento agua. Es el Amor de Aries y Thor el que hace soplar al viento en su estación y es el Amor del Dios y Diosa, Helios y Vesta, que les da la misma Luz mediante la cual pueden ver como se mueven en el curso de vuestro día. 

¡Piensen lo que podría ser, aún en un período de veinticuatro horas, si Helios cesase de verter la constante y firme radiación de Su Luz y que todos los poderes de la naturaleza que hacen vuestra electricidad artificial siguieran su ejemplo, y fueran ustedes a apagar la corriente que pudieran tener – y quedara sólo esa luz que está dentro de vuestros corazones, para que pudieran moverse y ver lo que tienen que hacer! ¡Cultiven la expansión de esa Luz ahora! Helios lo ha hecho durante eones de tiempo, Él ha sido la Luz del día en vuestro sendero y las magníficas Estrellas de los cielos y bendecidos por Lunara han hecho la luz de vuestras tardes. 

Pero es ahora, dentro del abrazo de vuestra propia inteligencia, comenzar a estar siempre agradecidos a estos magníficos Seres que han dado sus energías, para CONVERTIRSE EN USTEDES MISMOS una luz en este mundo y sus rayos irradiando también, a fin de ser una Luz para otros en el Sendero, para aquellos que aún no lo conocen, quienes están atrapados en la maleza de la creación humana, quienes están aún disfrutando la satisfacción de los apetitos de la carne. 

Amados seres, el mal es temporario y pasajero, verdad, pero Yo pensé esta mañana en un punto de la Ley que quizás haya pasado por vuestras mentes, a lo menos en esta encarnación, aunque fue sabido por unos pocos de nosotros quienes estuvimos entre los muy cercanos asociados y amigos de nuestro amado Jesús. Cada individuo que usa la Tierra como una escuela a través del uso del libre albedrío, pensamientos, sentimientos, palabras y acciones, crea y tiene en el curso de una corriente sola de vida, algo de las sombras que reacciona en la humanidad como aflicción. Eso es llamado por algunos la fuerza siniestra, el plano psíquico, el plano astral. Es la acumulación del efluvio durante el ciclo de dos mil años. 

Ahora cuando Moisés condujo a los Judios desde Israel en esa primera Pascua y la Quinta Dispensación comenzó y se fijó fuertemente, hubo casi dos mil años en los cuales la misma creó mucho bien en el reconocimiento del Único Dios, en el establecimiento de la Deidad Individual. Pero también todo el efluvio reunido a niveles internos de esa entera Dispensación, fue la fuerza directriz que mi hijo eligió tomar dentro de Su propio Vehículo para transmutarlo en el Gólgota. Ese es el por qué los individuos se han referido a ella como el castigo sufrido en lugar de otros. No fue la lanza de un soldado Romano ni los clavos de las cortes de Roma, fue todo el intento destructivo, propósito y actividad de una Dispensación que se había cerrado y fue transmutada en ese día, lo que verdaderamente constituyó el Viernes Santo, dando a la Sexta Dispensación, la Era Cristiana, una pizarra bastante limpia. 

Ah… amados seres, los Seres Divinos son esenciales para vuestra victoria. Ellos fueron esenciales para la mía y aún para mi amado hijo… un hombre joven que disfrutó la vida a plenitud, que amó la vida libre, que deseó la copa en el jardín de Gethsemaní y la bebió, diciendo, como lo hizo a través de toda su vida: “no mi voluntad sea hecha sino la Tuya”. Todas las edades que han pasado nunca podrán oscurecer la magnificencia de esa experiencia y esa Victoria final de Vida Eterna cuando en ese mismo vehículo, reanimado y resucitado, Él nuevamente sonrió como sólo Él podría hacerlo y hablar como Él lo hizo, en aquellas palabras que fueron suaves como el terciopelo: “Madre, Yo he venido desde la muerte y vivo una vez más”. Ese es un sentimiento, amados seres, que va profundamente al corazón de una Madre. AHORA, Yo les digo , denme las peticiones de vuestro corazón, SALGAN DE LA DESINTEGRACIÓN Y DE TODAS LAS DECREPITUDES QUE LA ACOMPAÑAN, VAYAN FUERA DE LA TUMBA DE LA IGNORANCIA Y LA CONCIENCIA DE CREACIÓN HUMANA DE LAS MASAS HACIA LA LUZ DEL ETERNO DÍA. Quítense las ropas de embalsamamiento y VIVAN LA positiva LUZ DEL MUNDO en la convicción de que uno con Dios Todopoderoso es la mayoría. 

Las bendiciones del Cristo Elevado, las bendiciones de su Madre y las bendiciones de su Padre sean con ustedes, vuestros hogares, vuestra casa, vuestras familias y Yo me inclino ante vuestra Luz. 

Madre María

 

 

 

 

 

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