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Les traigo las bendiciones de la Mano del Espíritu Santo Cósmico, que está constantemente alargándose en bendiciones, en aprobaciones, en dar de su sustancia para enriquecer la conciencia de la humanidad y de todas las evoluciones actualmente desarrollándose en, a través y alrededor de la atmósfera de la Tierra. 

Canalizar la energía es un estudio interesante en sí mismo. Es, particularmente, la actividad del Séptimo Rayo. La Energía (vida) es atraída y calificada a través de los siglos por Seres que han obtenido la Divina Maestría. La energía calificada forma la atmósfera y las auras personales de aquellos Seres en los Planos de Perfección. Para atraer las bendiciones de la energía ya calificada con sanación, purificación, iluminación, abundancia y paz, hacia la atmósfera más baja, - donde pueda ser absorbida por aquellos que requieren esa asistencia, - es necesario la conciente creación de canales y focos a través de los cuales esa energía debe ser magnetizada e irradiada. 

Así como el calor se eleva cuando la actividad de la llama acelera la acción vibratoria de la atmósfera y el frío se instala cuando la acción vibratoria de la atmósfera baja, así la energía calificada por la conciencia armoniosa se eleva hasta su propio nivel y la energía calificada por conciencias inarmoniosas se mantiene alrededor de los individuos en aflicción. Esto añade a las sombras a través de las cuales el alma busca encontrar la libertad. 

Para atraer rápidamente la energía vibratoria hacia una frecuencia de vibración más lenta, en la cual la humanidad y gran parte del reino elemental moran, es necesario invertir la ley natural de la ascensión de perfección. ¿Cómo se hace? 

Mediante el interés de los seres individuales (no necesariamente ascendidos). Estos ofrecen descender hasta una acción vibratoria donde la necesidad sea grande y tengan acceso - a través del conocimiento, conciente aplicación y asistencia de los Seres que moran en los Planos Perfectos - a los regalos, poderes y radiaciones tan requeridos para remover la aflicción de la humanidad. 

Estos individuos ofrecen magnetizar las corrientes cósmicas a través de su propia conciencia y luego irradiar estas bendiciones cósmicas a su prójimo. Ellos son individuos muy queridos a mi corazón y forman la base del Rayo Ceremonial del actual esquema evolutivo. 

Mantener un centro magnetizado de viviente fuerza espiritual irradiando en la atmósfera más baja de la Tierra, requiere la asunción de autoridad de un ser inteligente que elige volverse tal conductor, protector e irradiante centro de una específica virtud Divina.

Ustedes saben cómo se disipan ciertos químicos cuando son expuestos al aire y la radiación y eficacia de sus elementos crecen más débilmente y al final son absorbidos por la atmósfera. Han visto cómo las volutas de humo son dispersadas por el viento. Así, si las magnetizadas corrientes de esencia espiritual, cuando son atraídas hacia la más baja atmósfera y no son constantemente vueltas a llenar a través de aplicaciones rítmicas, decretos, visualizaciones y atención, ellas se consumen así mismas y no son más. 

Este es el propósito de crear decretos grupales y designados campos de fuerza dedicados no sólo a invocaciones sino a sostener las radiaciones de los Maestros Ascendidos. Estos focos son como soles que no pierden su radiación por brillar y la propia vida de los estudiantes forma el sostenimiento de esa virtud, regalo o bendición para el beneficio de toda la gente. 

Se les ha enseñado que los resultados de vuestra armoniosamente calificada energía se elevan y se convierten en la gloria del Cuerpo Causal y los resultados de la energía destructivamente calificada se vuelve la cáscara kármica alrededor de la conciencia externa. Aquí tienen otro ejemplo de la ley natural mediante la cual el bien asciende y el mal desciende. 

El gran Señor Gautama Buda, el Maestro Jesús y muchos otros se han bañado voluntariamente en la esencia del Corazón de Dios y luego han descendido concientemente hacia el mundo de forma para permanecer como un imán de atracción de aquellas más elevadas vibraciones, que de otra forma podrían ser demasiado sutiles en su esencia para bendecir a la humanidad. 

El Arcángel Zadkiel y mi humilde ser estamos comprometidos en este momento, en el entrenamiento de unos pocos entre la humanidad en el arte de la invocación conciente. Mientras los campos de fuerza del grupo se esfuerzan y maduran, la radiación del Ser específico a quienes los estudiantes han dedicado su servicio, se volverá una influencia predominante sobre la conciencia externa de la gente. 

El requerimiento de la hora es constancia de esfuerzo de modo que la bendición invocada pueda ser sostenida por la gozosa vida de los estudiantes dada en decretos, canciones y aplicación.

Saint Germain